Irán es el país organizador del campeonato más importante del mundo de ajedrez de 2017, sin embargo varias posibles participantes, incluída la representante argentina, se niegan a participar. Las razones.

Quienes estaban en condiciones de participar, lo han esperado durante mucho tiempo y se esforzaron como nadie para clasificar. Sin embargo, a último momento decidieron bajarse de la grilla de las mujeres que se disputarían el campeonato de ajedrez más importante del mundo, a celebrarse en Teherán, capital de Irán.

Fue una decisión difícil de tomar, que pese a todo, las llevó a seguir adelante con el objetivo de poner en exposición a los organizadores a la falta de respeto por los derechos de la mujer en ese país.

La campeona estadounidense Nazi Paikidze fue una de las primeras en hacerse escuchar: “Para mí, es inaceptable albergar un campeonato del mundo femenino en un lugar donde las mujeres carecen de derechos fundamentales”, dijo, y luego empezó una campaña en Change.org para que la Federación cambie la sede, aunque no tuvo éxito.

La china Hou Yifan, última campeona mundial, tampoco viajó por los mismos motivos, al igual que la quíntuple campeona argentina Carolina Luján.

Teherán fue la única ciudad postulada para la organización el torneo que durará 25 días, que es uno de los más importantes para la especialidad y que repartirá 450.000 euros en premios.

El único argumento de la Federación Internacional de ajedrez (FIDE) fue que no tuvieron más remedio porque no se presentaron ciudades alternativas.

“Estábamos obligadas a cumplir con las normas de vestimenta islámica como el uso del hiyab o velo en la sala de juego. Significa mucho, no es una simple prenda. Las salas tendrían que estar libres de imposiciones y respetar los valores del deporte olímpico”, contó Carolina Luján de 31 años.

La argentina escribió una carta a la Federación Internacional consultando sobre las condiciones y sobre el reglamento, además de la posibilidad de compartir espacios de la competencia junto con su entrenador varón.

Los organizadores iraníes jamás le respondieron aunque, según la ley iraní, quedó claro que la postura sería negativa ya que una mujer no puede estar a solas con un hombre en un ámbito privado a menos que sea su marido o un familiar cercano.

“No nos dieron ninguna certeza y fuimos reemplazadas como si nada. Entrás a la web y está la lista original de clasificadas y la nueva lista sin referencia al por qué de nuestras renuncias”, dijo Carolina.

Fuente: Diario 26