Los usuarios deberán registrar sus datos, por lo que se acabará con el sistema de líneas anónimas de telefonía móvil.

El Gobierno presentó un programa para identificar a todos los usuarios de telefonía celular en un plazo de un año y medio. El objetivo principal será el de reducir los robos de estos aparatos, que luego son usados para cometer delitos como secuestros extorsivos, indicó la ministra de Seguridad Patricia Bullrich.

El robo de estos equipos es uno de los delitos más comunes en nuestro país: en los últimos dos años los delincuentes sustrajeron unos tres millones de aparatos, y el Gobierno busca que esas unidades sean inhabilitadas a partir de marzo próximo. De acuerdo a las cifras oficiales hasta ayer se habían denunciado el robo de 1.023.584 equipos, lo que representa una disminución del 20 por ciento con respecto al año pasado.

Las empresas de telefonía celular tendrán 18 meses para regularizar la identificación de los equipos, como lo indicaron en una presentación conjunta el ministerio de Seguridad, el de Comunicaciones y el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom).

«El robo de celulares es uno de los delitos más terribles y genera mucha incertidumbre en la sociedad», indicó Bullrich. «Buscamos que un chip de línea no pueda operar cuando no corresponda con el IMEI, el «DNI» del teléfono, la sigla en inglés del número de serie del equipo.

La funcionaria comunicó que este año las fuerzas de seguridad desmantelaron más de 50 locales que se dedicaban a cambiar equipos robados para que pudieran usarse con otras líneas, pero la magnitud de este negocio es tan grande que llevó al Gobierno a buscar alternativas.

En consecuencia, el Gobierno decidió crear una lista de equipos denunciados por robo por sus propietarios, para que las empresas de telefonía móvil los inhabiliten. El titular del Enacom Miguel de Godoy indicó que primero habrá un plazo de 90 días para la identificación de los nuevos equipos y que en 18 meses espera tener un registro de todos los aparatos activos. Cada empresa determinará la forma en que los usuarios validarán sus datos.

En la Argentina hay cerca de 60 millones de líneas de celulares activas y se estima que al menos la mitad no tiene completamente identificado al propietario con su número y equipo en uso actual, de acuerdo a La Nación. El sistema que impulsa el Gobierno prevé que ante a un cambio de chip de línea, el aparato reaccione en forma automática para pedir la verificación de identidad.

Tanto el ministro de Comunicaciones Oscar Aguad como de Godoy ratificaron que se va a mantener el sistema de venta descentralizada de chips prepagos pero que habrá mayores controles a la forma en que se compran estas líneas.

El sistema de telefonía celular prepaga funciona de manera casi anónima y su fácil acceso hace que sea muy usado por bandas de delincuentes. Bullrich recordó que en los allanamientos que se hicieron en casos de secuestro y narcotráfico siempre encontraron muchos chips para cambiar las líneas telefónicas, lo que complica las investigaciones judiciales basadas en la escuchas telefónicas.

En los próximos meses cada chip tendrá que estar asociado a un único equipo, y ambos tendrán que pertenecer a un usuario correctamente identificado.

Fuente: TN