Investigadores realizaron una prueba piloto en España. El guante es controlado por la mente. Los pacientes lograron realizar tareas cotidianas, como utilizar un tenedor o tomar de una taza.

Un equipo de científicos logró desarrollar un guante robótico que puede ser controlado con la mente y permite a personas con cierto tipo de lesiones medulares realizar tareas cotidianas como utilizar un tenedor o beber de una taza.

El dispositivo de bajo costo se probó en España en seis personas con un tipo de cuadriplejia que afectaba a su capacidad de agarrar o manipular objetos.

Los participantes llevaban un gorro que mide la actividad cerebral y el movimiento del ojo para enviar señales a una tableta que controla el dispositivo, similar a un guante colocado en la parte externa de la mano.

Los participantes en el pequeño estudio lograron realizar actividades diarias mejor con la mano robótica que sin ella, según los resultados publicados en la revista Science Robotics.

El principio de utilizar mecanismos robóticos controlados por el cerebro para asistir a personas cuadripléjicas no es nuevo. Pero muchos de los sistemas que existen requieren implantes, lo que puede causar otros problemas de salud, o utilizan gel húmedo para transmitir las señales de la cabeza a los electrodos. Luego el usuario debe lavarse el pelo para remover ese gel, lo que lo hace poco práctico en la vida diaria.

«Los participantes, que antes habían expresado dificultades para realizar tareas cotidianas sin asistencia, calificaron el sistema de confiable y práctico, y no mostraron ninguna incomodidad durante o después de su uso», indicaron los investigadores.

Los participantes tardaron apenas 10 minutos en descubrir cómo se utilizaba el sistema antes de poder realizar tareas como agarrar papas fritas o firmar un documento.

Los usuarios representaban a personas con lesiones medulares típicas, indicó Surjo R. Soekadar, neurólogo del Hospital Universitario de Tuebingen en Alemania y director del estudio. Eso implica que podían mover los hombros pero no los dedos.

Sin embargo, el sistema tenía algunas limitaciones. Los usuarios necesitaban una capacidad de movimiento suficiente en el hombro y el brazo para poder extender la mano con el mecanismo robótico. Y colocar el sistema requería la ayuda de otra persona.

Jan Schwab, experto en lesiones de médula espinal en el hospital Charite de Berlín y que no participó en el estudio, dijo que se trata de un interesante estudio piloto que necesita seguimiento con más pruebas clínicas.»Los estudios más grandes serán muy importantes para descubrir qué pacientes responden bien, a medias o nada en absoluto», señaló Schwab.

El sistema podría llevarse al mercado en dos años a un valor aproximado de entre 5.000 y 10.000 dólares, dependiendo de la funcionalidad, señaló Soekadar.

También podría utilizarse para ayudar a entrenar de nuevo el cerebro de pacientes en rehabilitación por una apoplejía.

Fuente: Clarin