Los gremios nacionales lograron una fuerte movilización y repitieron su reclamo: discutir un salario mínimo para todo el país. En Corrientes, la adhesión fue menor a las últimas jornadas de paro, aseguran, debido a las amenazas de descuento. Desde los gremios aseguraron que el acatamiento fue de un 80%, el Gobierno, sólo admitió 20%

La grieta que marca todos los paros docentes, esta vez, no fue tan grande. La habitual división de los chicos con uniforme empezando las clases y los de guardapolvo blanco esperando en sus casas ayer quedó un poco más desdibujada. Se dio sobre todo en la Ciudad, la provincia de Buenos Aires y otros cinco distritos en los que la decisión de parar o no parar de los maestros registró variaciones y se definió escuela por escuela. Si bien algunos colegios estuvieron cerrados y sin actividad, otros funcionaron normalmente. En el medio, hubo distintos niveles de acatamiento y una importante cantidad de grados con docentes en las aulas. La contundencia de la protesta se manifestó, sin embargo, en la calle, con una gran marcha de los gremios nacionales.

A pesar de los matices de cada provincia, en total fueron cinco millones de alumnos y sus familias los que sufrieron trastornos por no saber, hasta último momento, si los chicos iban a comenzar el ciclo lectivo. Tanto que algunos docentes optaron por habilitar el whatsapp para comunicarse con los padres y avisarles por esa vía si concurrirían a trabajar.

Los alumnos que asisten a escuelas primarias y jardines de infantes estatales quedaron como rehenes de una disputa política entre el macrismo y los gremios afines al kirchnerismo, puja que derivó en el paro de 48 horas que continuará hoy. El gremio de los docentes privados, SADOP, adhirió a la medida de fuerza pero, como es habitual, en esas escuelas la medida casi no se sintió. Es una de las explicaciones para comprender por qué en el último año 20 mil alumnos se fueron de las escuelas públicas a las privadas en todo el país, según datos oficiales.

En algunas provincias el paro se sintió con menos fuerza, como Santiago del Estero, Mendoza, Salta, San Luis y Jujuy. El descuento de los días no trabajados y la quita del ítem de productividad (en el caso de Mendoza) fueron variables de juego. En el resto del país el acatamiento fue alto y tuvo un fiel correlato en la marcha masiva que salió desde el Congreso y concluyó después del mediodía en el Ministerio de Educación nacional.

Según los gremios, hubo unas 50 mil personas en la calle. Aunque según los cálculos de la Policía de la Ciudad, había unas 12.000. En la primera línea de la marcha iba uno de los secretarios generales de la CGT, Carlos Acuña; el secretario general de la CTA, Hubo Yasky; el titular de Suteba, Roberto Baradel; y el titular de UTE-Ctera, Eduardo López.

“Emociona esta marcha, emociona este parazo nacional”, dijo la jefa de CTERA, Sonia Alesso, en el acto frente a la sede del Palacio Sarmiento. Y agregó: “Esta es una lección histórica: no nos arrodillamos. Esta marcha, de más de 50 mil maestros, debe hacer reflexionar al gobierno. Pedimos que cumpla con la ley y llame a paritarias”.

Los sindicalistas critican la decisión del Gobierno de no llamar a una paritaria nacional y reclaman al ministro Esteban Bullrich que cumpla con la Ley de Financiamiento Educativo. La pelea política -que como disparador tuvo ese primer cortocircuito- se profundizó con la falta de acuerdo salarial en la mayoría del país. La lupa recayó sobre todo en la provincia de Buenos Aires, que tiene a cargo la educación de casi el 40 por ciento de los alumnos argentinos y quedó como distrito de referencia, a falta de una mesa salarial nacional. La discusión sigue empantanada.

Macri inauguró ayer las clases en la localidad jujeña de Volcán y lamento el “oportunismo” de los gremios que hicieron paro. Sin embargo, hubo docentes que, si bien están de acuerdo con el reclamo, no se sintieron representados por la convocatoria.

Este es el segundo paro nacional (tres días suman en total) que CTERA y el resto de los sindicatos nacionales le hacen al gobierno de Mauricio Macri en su segundo año de gobierno. El anterior fue en agosto pasado. Durante los 12 años de kirchnerismo, hubo en total cuatro paros nacionales: el primero fue el 20 de mayo de 2005, para exigir la sancion de la Ley de Financiamiento Educativo; el segundo, 9 de abril de 2007, a los pocos días del crimen del maestro Carlos Fuentealba; y el 5 y 6 de marzo 2014 se convocó por primera vez a una huelga de 48 horas por falta de acuerdo salarial.

En Corrientes

En la provincia de Corrientes iniciaron las clases ayer, pero no en todas las escuelas. Algunos establecimientos mantuvieron sus puertas cerradas en el horario de la llegada de los alumnos. San Miguel y Curuzú Cuatiá fueron exponentes de ello.

El acatamiento al paro docente organizado por los sindicatos del sector fue alto en ciudades como Goya, donde señalaron que el grado de ausentismo en el área trepó al 85%. Mercedes e Itatí, en contraposición, tuvieron un bajo registro de inactividad.

Sin embargo, en Sauce, Paso de los Libres y Monte Caseros se plegaron a la convocatoria, lo que también sucedió en el departamento de Curuzú Cuatiá, marcándose fuertemente esta supeditación en los sectores rurales.

Fernando Ramírez, representante del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación de Corrientes (Suteco), se hallaba participando ayer en la movilización nacional en Buenos Aires. Al respecto, dijo a NORTE de Corrientes que el porcentaje del paro docente en la provincia llegó al 80%, pese a que los números oficiales del gobierno aseguraban que era menor al 20%. “En algunas escuelas el acatamiento fue del 100%; en otras osciló entre el 80 al 12%. Pero el amedrentamiento del Gobierno y la amenaza de los descuentos tuvo bastante impacto”, explicó.

En el caso de la ciudad goyana, el intendente Gerardo Bassi, en contacto con este diario, expresó que los porcentajes de adhesión en las escuelas todavía no se definían, pero explicó que “la medida se hizo sentir bastante”.

En la localidad indicaron que el ausentismo de los maestros trepó más allá del 85%, “a raíz de que falló el acuerdo salarial con el Gobierno, se decidió hacer paro también en Goya. Algunos de los relevamientos en diferentes establecimientos educativos arrojaron estos resultados: escuela Nº 511, un 90% de adhesión; la Nº 463, 73%; la Nº 207 y Nº 601, 80%; Nº 65, 75%; Nº 66, 90%; Nº 254, 80% y en las escuelas de la zona rural hubo una participación de entre el 85 y el 90% en la huelga, según difundió el sitio TN Goya.

En Curuzú Cuatiá el jefe comunal, Ernesto Domínguez, estuvo presente en el inicio del ciclo lectivo de la escuela Nº 32 General Manuel Belgrano (ver foto). “Esta situación con los docentes se debería haber hablado y llegado a un acuerdo con tiempo, para que nuestros hijos puedan comenzar las clases cuando estaba pautado. Vemos muchos padres que regresan a sus hogares con sus hijos; estos padres pidieron permiso en sus trabajos para acompañar a sus hijos en su primer día de clases, y es una lástima que no puedan comenzar”, manifestó Domínguez a El Diario de Curuzú.

Aunque muchos establecimientos iniciaron el ciclo con serias falencias edilicias y con nulo mantenimiento. “En cuanto a los problemas estructurales que sufre la escuela cabecera, hemos pedido al área Electrotecnia de la Comuna para que pueda solucionar el problema eléctrico que tiene el establecimiento”, dijo el intendente de Curuzú.

Fuente: con información de Clarin y Norte Corrientes