El Gobierno boliviano impulsa programas y proyectos para revitalizar las lenguas, desde una app de reconocimiento de voz en aymara hasta plataformas interactivas en idiomas originarios.

 

En Bolivia, los teléfonos inteligentes ponen en riesgo a 33 idiomas originarios, ante lo cual el Gobierno comenzó a trabajar en distintos programas y proyectos que permitan la conservación de esas lenguas nativas.

La BBC publicó hace 10 días que 2.500 lenguas, de las 7.000 existentes en el mundo, están en peligro de extinción y “gran parte” por culpa de los smartphones, debido a que éstos y otros nuevos dispositivos tecnológicos no reconocen todas las lenguas. El fenómeno es denominado “muerte digital de los idiomas” por el lingüista y matemático húngaro András Kornai, quien lleva años investigando el problema.

Según el diario La Razón, se menciona que en Bolivia hay 36 idiomas nativos en peligro, sin embargo el Ministerio de Educación aclaró que en el país desaparecieron el puquina y el guarasug’we, y que el pueblo afroboliviano aún trabaja su dialecto.

El informático Willmar Pimentel mencionó que los dispositivos ensamblados en Bolivia, como lo hace la empresa Quipus, pueden ser programados en idiomas originarios, pero para ello es necesario una inversión “fuerte” destinada a la contratación de un equipo de lingüistas que trabajen en traducción y actualización.

Otro problema es que las lenguas nativas no tienen una escritura formal, sino que todo es oral, apuntó Pimentel.