Semejante evolución muestra la avidez de inversores por entrar dólares para subirse a la «bicicleta financiera». Se trata de apuestas de corto plazo que buscan una fuerte rentabilidad en pesos, que se vuelve una ganancia en moneda dura en la medida que el tipo de cambio se mantenga planchado.

La movida salió muy bien en los últimos doces meses, con ganancias acumuladas que se acercaron al 25% en dólares. Esto envalentonó a muchos inversores que buscaron aprovechar esta ventaja de jugosos negocios financieros.

El titular del BCRA, Federico Sturzenegger, observa esta tendencia con preocupación pero es poco lo que puede hacer. De hecho aumentó recientemente las tasas desde 24,75% a 26,25% para ajustar la política monetaria y apuntar a una reducción de la inflación. Por lo tanto, este escenario de tasas elevadas se prolongará un tiempo más y los inversores se apuran para aprovechar estas condiciones.