Un conflicto institucional sin precedentes se suscitó ayer entre las provincias de Corrientes y Santa Fe, por un procedimiento antidrogas realizado por la policía santafecina, en el marco de una causa federal, por el cual «levantaron» a 16 personas de la Costanera correntina alrededor de las 4 para que fueran testigos de allanamientos que se realizarían en Goya. El descontento por lo ocurrido llegó al propio gobernador Colombi, quien se hizo presente durante uno de los allanamientos a pedir explicaciones. Incluso demoraron a los jefes policiales a cargo del operativo, por pedido de una fiscalía local.

Las primeras luces del amanecer de ayer fueron el disparador de un inconmensurable conflicto institucional entre Corrientes y Santa Fe. Durante la madrugada del miércoles, policías de la vecina provincia llegaron a la ciudad de Corrientes y comenzaron a pedir documentos a quienes se encontraban en la costanera Sur. “Los que son mayores de edad se quedan y los menores se van”. Esa era la orden.

Fueron en total 16 los chicos que fueron invitados a subir a una combi que los trasladó hasta Goya. Los jóvenes no entendían la situación de fondo, más allá del protocolo. Comenzaron enviar mensajes de texto a sus familiares y contarles lo que les estaba pasando.

La situación era extraña porque nadie les quitó el celular y por otro lado su familia tampoco comprendía por qué eran llevados a una ciudad que queda a más de 200 kilómetros de la Capital.

Entre los “testigos” había gente que en ese momento salía de trabajar, otros que andaban de paseo por la zona, pero el factor común era el desconcierto.
En medio de los acontecimientos, los familiares empezaron a movilizarse en Corrientes y buscaron el amparo de la Justicia.

Fue entonces que surgieron las primeras repercusiones. La incertidumbre llevó a que algunos padres acudieran a la Fiscalía de Instrucción de Corrientes a radicar denuncias por “privación ilegítima de la libertad”.

“Nadie cuestionó las normas judiciales, sino la forma de proceder”, dijo el gobernador Ricardo Colombi al ser consultado por un medio local luego de que se supiera que el mismo se apersonó durante uno de los allanamientos, pidiendo explicaciones sobre la situación de los testigos capitalinos.

El origen del operativo

Todo comenzó tras la detención en la ciudad de Reconquista, provincia de Santa Fe, de cuatro personas oriundas de Goya, quienes en una lancha transportaban 40 kilos de marihuana.

“De esa detención y en el marco de la investigación a pedido de la Fiscalía se ordenaron allanamientos, siendo siete en Reconquista y ocho en Goya. Sabemos que el Gobierno correntino se interpuso en el operativo y detuvo al comisario (José) Moyano a cargo del procedimiento”, dijo, curiosamente y sin mucho fundamento, el juez federal de Santa Fe, Aldo Alurralde.

Es que en Corrientes mientras tanto, las autoridades de la Fuerza de Seguridad como del Gobierno sólo tenían la información de que se habían llevado a 16 testigos a quienes “levantaron” de la Costanera en horas de la madrugada.

Las horas transcurrían y los familiares de quienes fueron llevados como testigos comenzaron a hacer denuncias por desaparición en la fiscalía y en las comisarías de las jurisdicciones.

Hasta el mismo gobernador Ricardo Colombi, quien se encontraba en Goya por cuestiones de agenda, intervino en el operativo para conocer más en detalle qué estaba ocurriendo.

“Recibí el informe del Jefe de la Policía sobre 16 personas que fueron bajadas desde Corrientes para realizar de testigos. Me llamó poderosamente la atención. Me pareció imprudente el jefe del operativo, no por el tema de fondo, pero sí digo que era una barbaridad traer a esas personas a 250 kilómetros a ir de testigos cuando ellos ni siquiera sabían a qué iban, ni conocían la ciudad”, dijo Colombi.

“El Gobernador entró en un procedimiento y pidió que le expliquen qué pasaba con nosotros”, dijo a época Rubén N. de 33 años, uno de los testigos tras llegar a Delitos Complejos en la noche de ayer.

El hombre comentó que estaba en un kiosco, por 3 de Abril y Chaco, compartiendo unas bebidas con unos amigos y de repente llegó la Policía. “Nos pidieron documentos y nos dijeron que teníamos que ir en forma de testigos a un operativo. Yo les dije que salí de trabajar hacía poco tiempo (es mozo en un restaurante) y que tenía que volver por mis hijos. Pero el policía no respondió y me subió a una combi”, relató Rubén.

Comentó que dentro del rodado ya había un grupo de jóvenes y que continuaron después subiendo más chicos. “Éramos mi amigo y yo los más grandes de edad, después estaban los muchachos de 18 años. Ellos iban con mucho miedo. Y yo les dije que no se preocupen. Saqué foto con mi teléfono”, apuntó.

Estaba previsto que para las 19 arribaran a Capital las personas que fueron llevadas como testigos. Sin embargo, el chofer de la combi los fue dejando casa por casa sin saber que debían llegar a Delitos Complejos para declarar y pasar por un control médico después.

Fue así que de apoco los chicos comenzaron a ingresar hasta dicha institución.

Familiares de los jóvenes contaron a época que se despertaron a las 5 de la mañana con la novedad. “Mi hijo me decía ‘mamá estamos pasando Riachuelo, ahora Empedrado. No nos dicen a dónde nos llevan’. Fue un momento desesperante porque no entendíamos qué pasaba. Fuimos a la comisaría del barrio y después a la fiscalía a pedir explicaciones. Creíamos que secuestraron a nuestros chicos”, agregó la progenitora.

Jefes de Policía demorados

El fiscal de Goya, Guillermo Barry, ordenó cerca de las 14, la detención de quienes estaban al frente de los operativos en la ciudad, por “privación ilegítima de la libertad” de las personas que “llevaron” desde Capital en calidad de testigos.

Minutos después de las 20 fue liberado el comisario José Moyano, jefe de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones de Santa Fe, luego que llegaron a la localidad correntina altos jefes policiales de la vecina provincia para descomprimir la tensión que hubo entre las fuerzas de ambas márgenes del Paraná.

Por su parte, el ministro de Seguridad de Corrientes, Horacio Ortega, en horas de la noche de ayer, comentó que lo que centró la atención y llevó a hacer los reclamos pertinentes fue “cómo se los llamó a cumplir a 16 personas, la diligencia judicial en una contravención a lo que establecen los protocolos que tienen que ver con las comunicaciones entre policías de distintas jurisdicciones y lo que establece el procedimiento de la Nación”.

“Hubo disconformidad a nivel de jefatura policial, ministerial y lo que hizo el Gobernador es una preocupación como cualquier padre, que lo llevan a un hijo a 250 kilómetros a cumplir una diligencia como testigo por droga”, apuntó el funcionario.

Aclaró que luego que mantuvieron contactos con las fuerzas, se pudo llegar a entender cuál fue el planteo de Corrientes, “el mal proceder y la forma en que llevaron testigos tan lejos” pudiendo hacerlo en la misma ciudad de Goya o bien traerlos de Reconquista de donde impartió la orden de los allanamientos del juez federal santafesino.

Respuesta santafecina

Desde la vecina provincia de Santa Fe, el Subsecretario de Inteligencia en Investigación Criminal, Rolando Galfrascoli, admitió ante el portal santafesino Reconquistahoy que “hay crisis institucional importante porque no entendían, no comprendían y no aceptaron los correntinos que una fuerza de otra provincia los allane de esa manera”.

En declaraciones al mismo portal, el juez federal de Reconquista Aldo Alurralde sostuvo que el operativo se hizo de acuerdo con la ley vigente; que él dispuso los allanamientos y que además puso en conocimiento al juez federal de Corrientes Soto Dávila, quien tiene jurisdicción en Goya. También aclaró que no tiene por qué avisar sobre los procedimientos a ningún funcionario político ni a otras fuerzas de seguridad por razones para evitar que se filtre información sobre el operativo.

Fuente: con información de El Litoral y época