Los choferes de las distintas empresas se encargaron de informar a los pasajeros que no podrán pagar otro boleto para un acompañante. Esta situación generó incertidumbre en los beneficiarios que pretendieron viajar con integrantes de su familia y no lo pudieron hacer.
A más de un mes de la implementación del Sistema Único Boleto Electrónico (SUBE) en la ciudad de Corrientes, los usuarios no logran obtener de manera integral los beneficios. Es más, hay permanentes trabas para los pasajeros que utilizan a diario las distintas líneas de colectivos.
Pasan los días y las autoridades de contralor no logran poner blanco sobre negro. El pasado 5 de julio, el Municipio capitalino decidió entregar de manera gratuita las tarjetas SUBE.
Miles de beneficiarios se agolparon en los pasillos del Palacio Comunal para retirar sus plásticos. Ese día, una copiosa lluvia azotaba a la capital provincial.
Ni siquiera eso impidió que la gente intente acceder de manera gratuita al plástico, y en algunos casos, con la posibilidad de contar con algunos beneficios que le permitan abonar con descuento el pasaje.
En el caso de los usuarios que no tienen algún tipo de beneficios, el panorama en cuanto a tarifa fue variando en los últimos días. En las primeras jornadas del funcionamiento de SUBE, las máquinas expendedoras marcaban una tarifa de 6 pesos para este tipo de pasajeros y 4,95 para los que contaban con beneficios sociales.
Este panorama fue cambiando hace más de una semana, ya que el cuadro tarifario para la tarifa plana pasó a ser de 7,30 pesos.
Según el secretario de Transporte de la Ciudad, Gustavo Larrea, los inconvenientes en las diferencias de precios se debieron a la demora de la empresa Nación Servicios.
“Ya se solucionaron los inconvenientes y los usuarios de la tarifa plana ya están pagando lo que marca la última ordenanza, es decir $7,30”, dijo el funcionario.
Para la Comuna y el sector empresarial esta situación quedó saldada pero los pasajeros se encontraron con otro tipo de trabas.
En los últimos días, los choferes se encargan de avisar a cada uno de los usuarios que la utilización de la tarjeta es de uso individual. Para poner un ejemplo, aquellos que necesiten viajar con algún integrante de la familia y quiera pagar 7,30 pesos, no lo puede hacer.
Esta situación generó muchas quejas y hasta fuertes discusiones.
“Yo no compré la tarjeta en un kiosco del centro. No cuento con ningún beneficio. Lo único que quiero es que al igual que otras ciudades del país, se pueda usar la SUBE para abonar la cantidad de pasajes que sean necesarios. No puedo dejar a mi mujer y mi hijo sin viajar por capricho de otros”, dijo un usuario a época.
Otro de los inconvenientes que tienen los usuarios de la tarifa plana es que no está en vigencia el beneficio del denominado “pasajeros frecuentes”. En este caso, el cuarto pasaje del día sería sin cargo, según consta en la última ordenanza.
Uno de los datos a tener en cuenta es que además de la SUBE, continúan en vigencia las tarjetas de las líneas 101 y 110, además las empresas que operan con Tarjebus.
De acuerdo a fuentes del ámbito comunal aseguraron a este medio que los que van adquiriendo el plástico del Sistema Único Boleto Electrónico dejan de usar los otros.
Pero la exigencia de usar la SUBE de manera personalizada obliga a muchos a preservar y además de tener recargados algunos de los plásticos del antiguo sistema.
“Quiero usar sólo la SUBE, pero este tipo de trabas nos obliga a tener por las dudas el otro sistema”, dijo un usuario que habitualmente espera el colectivo en 9 de Julio y calle Salta.
Otra de las críticas de los pasajeros es la escasez de puntos de recargas. “Necesitamos más lugares para realizar la carga de crédito. Hay comercios que antes realizaban esta tarea y ahora no lo están haciendo. Se tarda mucho tiempo y no merecemos seguir así”, comentó otro pasajero que esperaba una de las líneas en Salta casi Yrigoyen.
Fuente: Época