Piden al Gobierno reducir aranceles de componentes y un Ahora 12 para informática.

El Gobierno está convencido de avanzar en la reducción del arancel a la importación de computadoras -para que bajen los precios al consumidor en el mercado argentino-, pero las empresas que ensamblan PC en el país intentan torcer la decisión. Su contrapropuesta: que se recorten los aranceles a la importación de componentes que se usan en el armado local de los equipos y se implemente una suerte de plan Ahora 12 para la informática.

Con esas medidas, los ensambladores prometen acercarse a los valores internacionales, sensiblemente menores. «Aunque no se pueden hacer milagros, hay posibilidades de bajar los precios», dijo ayer a LA NACION Carlos Scimone, gerente general de la Cámara Argentina de Máquinas de Oficina, Comerciales y Afines (Camoca). «Sería una rebaja de cuatro y pico por ciento, no es mucho, pero es. Nosotros mejoraríamos la productividad para dos o tres modelos y el Gobierno podría ayudarnos en la financiación», agregó el directivo.

Con él coincidió Jorge Luis Cavanna, presidente de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (Cadieel): «Si bajan los aranceles que están pagando los componentes vas a tener una baja de costos».

Las dos posiciones quedaron bien claras anteayer, en una reunión entre representantes de Camoca, Cadieel, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y funcionarios del Ministerio de Producción en esa cartera para buscar un acuerdo. El Gobierno considera que los ensambladores locales, ubicados en Tierra del Fuego y en el continente, subieron los precios de las computadoras excesivamente el año pasado y tuvieron una renta extraordinaria. Ahora, los funcionarios pretenden contener los valores con mayor competencia, es decir, con el ingreso de productos importados más baratos.

Por su lado, las firmas locales y los gremios advierten sobre el impacto en el empleo. «Hay como mínimo 10.000 puestos de trabajo en riesgo, no son sólo las 15 compañías principales, sino una cantidad de pymes que hacen el ensamblado en distintas partes del país», agregó Scimone.

La versión que circula en el sector es que el arancel que paga el ingreso de PC en el país sería reducido del 35% al 16% desde el 1° de enero y, eventualmente en el futuro, a 0%, pero, ante la consulta, fuentes oficiales negaron tajantemente que se haya hablado de un número en concreto.

«Estamos haciendo una evaluación del impacto sobre los precios; es cierto, ellos podrían estar bastante parejos con una computadora importada sacándoles aranceles a las partes», admitieron las fuentes a LA NACION. «Nadie les pide que compitan con China, ni a ellos ni a los textiles, porque no es una economía de mercado», aclararon.

El Gobierno busca compensar a los ensambladores nacionales con una participación de 200.000 notebooks en el plan Conectar Igualdad (sobre un total de 500.000). «Allí ellos presentaron una oferta tentativa de casi 100 dólares menos por computadora», comentaron las fuentes.

«Acá hay varios industriales pymes que invirtieron para hacer los equipos en el país; habría que darles un tiempo para reconvertirse. No se les puede cambiar las reglas de juego de golpe, así es difícil atraer inversiones», lamentó Cavanna.

«La materia prima formadora del precio final la estamos pagando más cara; tenemos cargas tributarias más altas que otros países e intereses financieros más altos también. Es difícil conseguir una industria competitiva en su conjunto», afirmó Cavanna.

La próxima semana, las cámaras y la UOM, con la presencia de su secretario general, Antonio Caló y del secretario de Interior de la CGT, el metalúrgico Francisco «Barba» Gutiérrez, volverán a ir al Ministerio de Producción, esta vez, a formalizar la propuesta por escrito.

El contexto de mercado no es el mejor: las ventas de computadoras, en general, cayeron en el último mes un 30%. Los empresarios dicen que es por la recesión y porque la gente decidió esperar a ver si entran en el país equipos más baratos. Pero en los despachos oficiales no hay dudas: quieren que en este rubro los productos nacionales tengan más competencia.

Fuente: La Nación