Mark Zuckerberg es un optimista. No, del gol era Martín Palermo. «Zuck», como le decimos los amigos (?), es un optimista de la inteligencia artificial. Hace unos días tuvo un cruce con Elon Musk, el emprendedor que más admiramos en TN Tecno, por sus «diferencias de criterios».

Según Elon, Mark no entiende los peligros de las robots inteligentes… pero parece que -¡POR SUERTE!- sus empleados sí.

La división de Facebook de desarrollo de inteligencia artificial creó un sistema dedicado a las negociaciones. El problema es que después de algunos días, el programa empezó a conversar en un lenguaje raro. ¿Era un error? No: ¡había creado su propio idioma! Rápidamente, decidieron apagarlo.

Esta inteligencia artificial tenía dos «agentes», que se dedicaban a negociar. Bob y Alice. Los desarrolladores querían ver cómo este sistema podía aprender a negociar. Pero Bob y Alice, rápidamente, evolucionaron y decidieron dejar el inglés para pasarse a un idioma más rústico, rápido y efectivo.

¿El problema? Si este sistema inteligente ignora el idioma en el que fue programado, podría ser complicado el desarrollo y la creación de mejoras. Además de un riesgo: si la inteligencia artificial quisiera podría dejar de recibir órdenes de los humanos.

Facebook apagó este desarrollo antes de perder por completo el control sobre el mismo. De todas formas, no es la primera vez que algo así pasa: Google también perdió el control del lenguaje de una IA que había desarrollado.

Los robots, por ahora, no dijeron nada… pero todos sabemos cómo va a terminar.