Fieles de las diferentes Diócesis de la región e inclusive delegaciones de otras zonas del país caminaron desde la Capital correntina hasta la Basílica. Allí, compartieron plegarias, cánticos y la misa central. Después de descansar bajo el manto de la Virgen, regresaron con la esperanza de retornar en el 2017.

Con María, caminemos hacia la misericordia del Padre”. Bajo este lema se desarrolló la 37ª Peregrinación Juvenil del NEA a Itatí. Una vez más -la mayoría- arribó ayer al atrio de la Basílica, donde compartieron momentos festivos pero también de reflexión sobre qué espera Dios de ellos como parte de la iglesia.

Los peregrinos, entre ellos el arzobispo de Corrientes Andrés Stanovnik, volvieron a recorrer más de 70 kilómetros a pie aunque, a diferencia del año anterior, las condiciones climáticas fueron más favorables. “La vez anterior llovió bastante en el último tramo y cuando llegamos siguió. Por eso la misa se hizo en el interior de la iglesia”, recordaron feligreses a El Litoral. A lo que agregaron “en cambio ahora no sólo no hubo precipitaciones sino que inclusive la luz de la luna alumbró parte de nuestro itinerario”.

Quienes arribaron antes del amanecer o cuando los primeros rayos del sol tímidamente comenzaban a asomarse, después de rezar en la Basílica fueron a descansar un rato antes de participar de la misa central que se ofició desde las 9 en las escalinatas del templo. Pero también un número considerable de fieles seguía arribando a la localidad cuando se escuchaban los primeros cánticos y otros se alentaban entre sí para intentar llegar. Es que aún peregrinaban por el camino conocido como “El atajo” cuando ya concluían las actividades centrales de la 37ª Peregrinación Juvenil del NEA. Una manifestación de fe que en esta edición contó además con la participación de delegaciones de otras regiones del país que fueron invitadas especialmente para esta ocasión.

Es que a la experiencia de peregrinar, también se suman diferentes momentos en los que comparten cánticos, plegarias y experiencias sobre lo que significa ser parte de la Iglesia Católica. Para algunos, estas vivencias ya forman parte de sus vidas hace muchos años. Mientras que otros, por primera vez fueron partícipes de una expresión fe que desde 1979 se convirtió en una peregrinación regional a la Basílica de Itatí.

Fuente: El Litoral