La compañía estadounidense fue sancionada por la Comisión Europea con 2420 millones de euros por abuso de posición dominante en junio último

 

Google busca esquivar la sanción récord impuesta por Bruselas. La compañía estadounidense recurrirá la multa de 2420 millones de euros por abuso de posición dominante ante el Tribunal de Justicia de la UE . Así lo ha anunciado este lunes la máxima autoridad judicial comunitaria, que deberá evaluar si, tal y como estima la Comisión Europea, la multinacional favoreció a su comparador de precios Google Shopping frente a sus competidores aprovechando su indiscutible posición de dominio entre los buscadores.
El gigante de Mountain View ya advirtió nada más conocer la sanción a finales de junio que estudiaría la presentación de un recurso. Dos meses y medio después así lo ha confirmado, aunque el inicio del periplo judicial no le evitará el desembolso: la tecnológica deberá depositar la cantidad, que representa el 2,7% de los ingresos anuales de la compañía, mientras el caso es analizado por los jueces. La Comisión Europea ya ha señalado que defenderá su decisión ante los tribunales europeos.

La multa a Google llegó después de que la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, abriera hace dos años un expediente sancionador por la presunta discriminación que aplica Google a los competidores cuando el usuario utiliza el buscador para encontrar productos y comparar precios. Bruselas estima que la empresa fundada por Larry Page coloca en una posición destacada sus propios servicios (Google Shopping), independientemente de su relevancia, y oculta otros de los competidores sin que los usuarios sean conscientes del sesgo.
El cálculo de la multa se hizo teniendo en cuenta «la duración y la gravedad de la infracción» y tomando como base los ingresos que obtuvo Google con su servicio Shopping en los 13 países europeos donde se ofrece, entre ellos España. Junto a la multa, la Comisión dio a la compañía tres meses para cambiar su política bajo amenaza de una sanción muy superior en caso de persistir en lo que consideran prácticas anticompetitivas. A finales de agosto Google remitió sus soluciones, que en principio han sido recibidas positivamente por Bruselas.

El anuncio de que el caso Google llegará a los tribunales da paso a un proceso judicial que dados los precedentes se presume largo : la justicia europea tardó ocho años en pronunciarse sobre el castigo a la empresa informática Intel, y aún sigue sin estar resuelto. La sanción, también por abuso de posición dominante, ascendió a 1060 millones de euros, y fue la mayor impuesta por Bruselas en un asunto de Competencia hasta que la de Google la duplicó. El TJUE paralizó la semana pasada la multa, pero la sentencia no dio la razón a la empresa estadounidense, y solo estableció que el caso debe ser revisado, por lo que no está claro que vaya a poder librarse del pago.

La UE mantiene abiertos otros dos casos contra Google por abuso de posición dominante, uno sobre su plataforma publicitaria AdSense y otro por su sistema operativo móvil Android.