Se trata grandes cantidades de fósforo, que al parecer pro­viene de agro­químicos o es deshecho de la industria. La cancillería argentina acusa al Brasil.

Un nuevo conflicto inter­nacional se deja traslucir luego de que la Argentina denunciara que “hay un alto nivel de fósforo en el río Uruguay, el cual baja del Norte”, y ante la situación, la Cancillería Argentina res­ponsabilizó a Brasil por la contaminación existente y exigió una solución inme­diata al respecto.

La Argentina denunció a Brasil por la cantidad de fósforo que arroja al río Uruguay. Los controles se hicieron en las localidades ribereñas de Monte Caseros y Bella Unión (Uruguay). Allí se detectaron componentes de “alto grado de fósforo”, que proviene del caudal de agua de Brasil.

En este sentido, la Canci­llería Argentina, por medio de la Comisión Administra­dora del Río Uruguay (Caru) viene desarrollando un tra­bajo de seguimiento del im­pacto ambiental a través de la instalación de estaciones de muestreo de calidad de aguas y estudios sobre flo­ra y fauna del lugar. De esta manera, se llevaron a cabo los monitoreos y controles.

Asimismo, los gobiernos de Argentina y Uruguay han convenido en 2003 la crea­ción de una Comisión Bi­nacional que evalúa el per­juicio total de las prácticas industriales en la región. El acuerdo se dio en medio de la disputa que mantuvo la Argentina con Uruguay por la pastera UPM (ex Botnia) de Fray Bentos.

Pero ahora, el conflicto se desató con Brasil, debido a la contaminación de las aguas del río internacional.

RESIDUOS INDUSTRIALES

El presidente de la Caru, Mauro Vazón, envió dos mensajes públicos a Brasil con las pruebas ambientales que se hicieron en los últi­mos meses en los puntos de monitoreo del río Uruguay al Norte de esa hidrovía. “La contaminación que viene de Brasil en el río Uruguay se da por el desecho de los agroquímicos de los campos o por las industrias”, expre­só Vazón.

El funcionario denunció en un foro en México y en otra reunión pública en Río de Janeiro, la responsabili­dad de Brasil por el efecto contaminante del río inter­nacional, pero hasta ahora no hubo respuesta alguna, al menos por el canal formal de la diplomacia, según pu­blicó La Nación.

Así también anunció que pedirá que desde el orga­nismo internacional que comparten la Argentina y Uruguay, la Caru, se le exija a Brasil tomar cartas en el asunto y que se incorpore en el futuro al tratado in­ternacional del río Uruguay para que haya un manejo tripartito del río; y que se pueda establecer el concep­to de cuenca para que haya un control de monitoreo ambiental permanente de parte de las autoridades bra­sileñas.

Este planteo es comparti­do por las autoridades uru­guayas de la Caru. De hecho, un cable de la diplomacia de Montevideo da cuenta de este tema como un eje de preocupación del presidente Tabaré Vázquez.

“No podemos cargar to­das las culpas de la conta­minación del río Uruguay a la pastera de Fray Bentos. También hay una respon­sabilidad compartida por la Argentina y Brasil que habrá que tener en cuenta y solu­cionar”, explicó Vazón. La intención es que en el dise­ño de la hidrovía participe Brasil y que haya con esto un compromiso para fre­nar la contaminación en el río desde las afluentes que bajan del Norte. Aunque hasta el momento, no se dio cuenta por parte de las autoridades brasileñas de una presentación formal de denuncia, la Caru pre­sentó hace un mes el primer informe ambiental del comi­té científico en el que se aler­tó sobre niveles de contami­nación en el margen de Fray Bentos y la desembocadura del río Gualeguaychú, lo que excluye a Brasil de una res­ponsabilidad exclusiva.

Aumentan los controles

La Comisión Administradora del Río Uruguay (Caru) determinó ocho nuevos puntos estratégicos de control ambiental a lo largo de los 500 kilómetros que compren­den el río Uruguay.

Éstos se sumarán a los 30 puntos de fiscalización de la calidad hídrica donde hasta ahora se tomaban las muestras de agua en las ciudades de Fray Bentos y Gua­leguaychú.

Algas nocivas para el ecosistema

La contaminación del agua del río Uruguay debido a la presencia de fósforo despertó la alarma debido a la per­durabilidad que tiene este contaminante. El fósforo ha sido conside­rado por los agrónomos como inmóvil en los suelos. Es desde hace poco que se empezó a prestar atención al ries­go de contaminación de medios acuáticos por fósforo de origen agrí­cola.

El ión fosfato es re­tenido por diversos componentes del suelo, siendo incomparable­mente menos móvil que el nitrato. Su presencia en aguas continentales superficiales es el prin­cipal factor responsa­ble de los procesos de eutrofización. Esto es, el enriquecimiento en nutrientes de las aguas superficiales, que da lugar a una prolifera­ción de algas y plantas acuáticas, lo que pro­duce una pérdida de transparencia del agua y disminución de la luz que llega a las capas si­tuadas bajo la superficie de la misma.

A la par, las algas y plantas acuáticas, al morir se descomponen, lo que lleva a una dis­minución del oxígeno disuelto y a una pérdi­da de biodiversidad y la proliferación de ciano­bacterias (algas verde- azuladas) que produce la liberación de sustan­cias tóxicas para otros organismos.

Fuente: Norte Corrientes