Los pronósticos se cumplieron y las tormentas anunciadas se presentaron con tres días de precipitación constante con momentos de mayor intensidad. Itatí, Loreto, San Miguel, Itá Ibaté, Ituzaingó, Liebig y Virasoro acumularon más de 200 milímetros. Similar situación se registró en la costa del Uruguay, aunque con el río bajo el escurrimiento fue más rápido. Evacuaron a varias familias.

Todas las localidades del Norte de la provincia, desde Capital hasta Colonia Liebig, se llevaron la peor parte del fenómeno meteorológico que comenzó con lluvias desde el viernes por la noche y – según los pronósticos – se extendería hasta hoy inclusive.
La localidad de Berón de Astrada y el paraje Yahapé (que corresponde al mismo departamento pero se ubica a 35 kilómetros) sobre la vera del Paraná, requirieron además la asistencia para evacuar a unas 20 personas en el pueblo y hasta ocho familias en el paraje costero.
Así lo indicó a época Defensa Civil de la Provincia, desde donde concentraron los registros de las diferentes localidades que se fueron afectadas por las tormentas.
Aunque no se registraron de manera formal otras ciudades con evacuados, varias familias se trasladaron a viviendas de vecinos y parientes por los más de 200 milímetros que también alcanzaron a Loreto, San Miguel, Itá Ibaté, Ituzaingó y Colonia Liebig.
“Niño devastador”

Las proyecciones climáticas consultadas desde distintos organismos y fuentes coinciden en que abril será un mes especialmente lluvioso.
Pero que además, el fenómeno climático de “El Niño”, que ya castigó con dureza a nuestra provincia el año pasado, volvería con ímpetus renovados y por tiempo prolongado.
En lo que no coinciden las perspectivas es en predecir la intensidad que el fenómeno podría tener esta vez.
Mientras desde el Servicio Meteorológico Nacional hablan en su informe trimestral (que abarca hasta mayo) de un “Niño neutral”, el especialista en agroclimatología y asesor de la provincia en materia climática, señaló la posible ocurrencia de lluvias de especial intensidad sobre nuestra región. Y explicó la influencia de la sobrecarga de las cuencas hídricas después de un 2016 super lluvioso sobre la continuidad del fenómeno.
Por su parte, desde el Ministerio de Coordinación de la Provincia, Eduardo Vischi, convocó a los municipios a trabajar en conjunto y a anticipar lo más posible las obras preventivas de cara a un “Niño devastador”. Y basó las proyecciones en las expresiones de un científico peruano, Jorge Manrique Prieto.
No obstante, queda claro que las contingencias climáticas ya comenzaron a mostrar su fuerza renovada en los temporales que dejaron anegadas a las localidades de Curuzú Cuatiá y Esquina hace algunas semanas. Y que durante este fin de semana se hicieron sentir sobre el Norte y Este de la provincia.
En ese sentido, el ministro Vischi instó a los referentes municipales a “establecer un plan de acción previo” que incluya la limpieza de canales y desagües para atenuar los efectos de las lluvias intensas.

 

 

Aunque conscientes de que la manifestación del fenómeno meteorológico no sólo puede, sino que tiene una intensidad y características diferentes en los distintos puntos del continente, los antecedentes de “El Niño” del año que pasó ya castigaron al interior provincial.
Y buscan que, con un plan coordinado, los municipios puedan prevenir tanto las acciones en defensa civil como en obras que permitan escurrir el agua cuando se acumula.
En Perú, el desborde de los ríos y las intensas lluvias dejaron a las ciudades bajo un metro y medio de agua, poblaciones aisladas, 30 mil viviendas destruidas o inhabitables, graves daños a la infraestructura vial y a los cultivos, 101 muertos, 20 desaparecidos, más de 141 mil damnificados y 940 mil personas afectadas.
Comodoro Rivadavia y luego Mar del Plata sintieron los estragos de lluvias intensas que durante el fin de semana socavaron el suelo y provocaron una grieta en la Ruta 3 de acceso a Comodoro el sábado.
Y también dejaron a Mar del Plata con varios metros de agua en sus calles.

 
La lluvia que comenzó el viernes sumó el sábado 130 milímetros y otros casi 100 durante el domingo en Paso de los Libres y Santo Tomé, desde donde estimaron – aunque sin datos precisos – que la acumulación en esas ciudades se acercó a los 300 milímetros.
No obstante ninguna de las dos localidades tuvieron que evacuar a las familias de los barrios que sufrieron los perjuicios, y también desde los municipios destacaron el alivio que supuso en las consecuencias del fenómeno el hacer “un continuo mantenimiento y limpieza de canales y desagües”.
El viceintendente de Santo Tomé, Daniel Maciel, señaló que los barrios más afectados fueron el Centenario y Feria, que están “muy cercanos al arroyo Picardía”.
Por su parte, el intendente de Paso de los Libres, Raúl Tarabini, destacó la rápida actuación de Defensa Civil local y recordó “el importante trabajo de tareas de limpieza en cunetas y zanjeos”, que descomprimieron el arroyo Despedida y sus afluentes.
“Los intendentes estamos avisados de que se acerca un invierno crítico en materia climática. Por suerte los vecinos tomaron mayor conciencia de la importancia de sacar la basura en los horarios y en los lugares que corresponde. Y así, la limpieza de los canales puede ser constante y efectiva”, subrayó Tarabini en diálogo con época.
Por su parte, en Gobernador Virasoro la lluvia trajo – además de la necesidad de asistir a tres familias de barrios periféricos -la dificultad para transitar en al menos dos puntos distintos de las rutas cercanas.
Desde la delegación de bomberos de la zona informaron sobre la creciente del arroyo Chimiray, en cercanías con la localidad misionera de Apóstoles, con el puente que lo atraviesa “casi desbordado”.
Por otra parte, sobre Ruta 14, registraron el desborde del arroyo Sequeira, que en algunos tramos alcanzó la vía de circulación sobre el asfalto y “ya provocó varios despistes de vehículos”, señalaron.
Desde el Municipio por su parte informaron que la situación climática obligó a posponer la inauguración de la celda del vaciadero de residuos, programado para la mañana de hoy.
Sin embargo apuntaron que – si las lluvias cesan – podría ponerse en marcha durante la semana.

 

Época