Los empresarios manifestaron que ante la postura de la Municipalidad de impedir el expendio de alcohol, encarecerán los costos organizativos para los egresados. Ayer hubo una nueva reunión entre los funcionarios comunales y empresarios, aunque todavía no llegaron a ningún acuerdo y volverán a encontrarse.

Los empresarios de eventos nocturnos y funcionarios municipales ayer volvieron a reunirse en busca de acordar criterios para la organización de las recepciones 2016, aunque el punto de discordia continúa siendo el expendio de bebidas alcohólicas: en la Comuna se mantienen firmes en la intención de prohibir la venta de alcohol, mientras que los organizadores señalaron que en el caso de que no puedan vender las bebidas en cuestión, incrementarán los costos organizativos y el valor de las entradas para recuperar las pérdidas que les generaría la medida.

En tanto, se esperan nuevas reuniones con el fin de buscar un consenso, aunque desde la Municipalidad no modificarán su postura de prohibir el expendio de bebidas alcohólicas tanto en las cenas como en las recepciones.

“Nos reunimos y volvimos a exponer nuestra postura y el gran perjuicio que nos ocasionaría la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas, pero desde la Municipalidad nos indicaron que no se van a mover de su posición, por lo que no hubo acuerdo ni nada cerrado”, explicó Jorge Aguirre, uno de los empresarios y organizadores de fiestas de recepciones. “En el caso de que no se pueda vender bebidas alcohólicas, perjudicarán el negocio y los que pagarán las consecuencias serían los egresados, ya que vamos a tener que aumentar los costos y el precio de las entradas para poder recuperar las pérdidas. Si por ejemplo cada estudiante debía vender 10 entradas a $220 para costear su fiesta, ahora deberán vender unas 10 entradas a $300 y nadie va a poder consumir bebidas alcohólicas adentro”, expresó.

El empresariado manifestó su indignación por la medida y señalaron que la Municipalidad debería realizar controles en los kioscos que venderán bebidas alcohólicas en las “previas” a las recepciones. “Los egresados y menores de edad se las van a ingeniar para consumir alcohol en los negocios y kioscos cercanos a las recepciones y que no son controlados actualmente. Siempre es más fácil prohibir que controlar, y se pone como excusa los ejemplos de Resistencia y Posadas, donde no se venden bebidas alcohólicas en las recepciones, pero donde los menores llegan alcoholizados porque consumen en cualquier otro lugar”, manifestó Aguirre.

En tanto, se esperan nuevos encuentros entre funcionarios y empresarios en búsqueda de acuerdos.

Fuente: El Litoral