Diego Andrés Golombek es doctor en Biología e investigador principal del CONICET, en los estudios de LT7 AM 900 explicó cómo se relacionan el cerebro y la ciencia desde una perspectiva que busca comprender científicamente el fenómeno religioso.

«Que pare un poco la actividad de un pueblo o ciudad porque hay una feria del libro es muy bueno para la población, lo mejor que te puede pasar, algo único que hay que mantenerlo», dijo con respcto al evonto literario que se desarrolla en el Club Boca Unidos.

Creer en lo sobrenatural, en lo religioso es cotidiano, más del 85 por ciento de la población mundial es creyente.

El libro “Las neuronas de Dios” trata de la hipótesis evolutiva, científica, que efectivamente nuestro cerebro viene un poco para creer. “No estamos en contra ni a favor de la religión, es una mirada científica. La ciencia y la religión pueden llevarse bien, pero no se pueden mezclar”, consideró.

“La religión da placer, las personas religiosas tienen menos stress y ansiedad y viven más, entonces explica que la gente se sienta bien con algo que le resulta cómodo, la religión da respuestas, en cambio la ciencia hace preguntas”, destacó.

Remarcó que es diferente sentarse en lo religioso o sobre la creencia en lo sobrenatural que viene con los primeros años de desarrollo. La religión es un fenómeno social que se monta sobre una propensión natural a creer en algo más allá. Viene lo sobrenatural primero y la religión como una organización social de esa creencia.

Diferenció al agnóstico del ateo: “El agnóstico dice yo necesito ver para creer, me mantengo un poco al margen hasta que me lo demuestren. El ateo dice, no, no creo en nada”.

Además destacó que todos somos una mezcla de lo que traemos de “fábrica”, de papá y mamá y de lo que hacemos, no podemos ser tan extremos, todo es cultural o todo es natural.

“Hay áreas del cerebro que tienen que ver con lo moral. Las religiones monoteístas se basan en seamos buena gente, de ayudar al que está al lado y no solo es cultural”, dijo.

Consultado sobre las críticas que podría tener su obra, Golombek respondió que el libro tuvo muy buena aceptación. El libro intenta ver el problema desde otro ´ángulo, entender porque la gente cree, no juzgar.

“La religión no tiene nada de hereditario, es cultural y social, se inventa de acuerdo a las distintas culturas”.

Por otra parte consideró que “al trabajar de científico no podemos ponernos limites, hay cosas que todavía no tenemos explicación pero vamos por ese camino. Hay cosas muy lejanas todavía, como entender al cerebro, por ejemplo, es el órgano más complejo del universo”.

Por último, dijo que la neurogimnasia viene bien pero no hay ninguna prueba que decaiga el rendimiento cognitivo con los años. Lo único que está probado que caminar, no quedarse quieto ayuda al cerebro.

Fuente: RadioLT7