Aunque toda la ciudad se vio afectada, los barrios más complicados fueron La Olla, Ponce, Río Paraná, San Marcos, Jardín y Santa Rita, entre otros. Tanto el Gobierno de la Provincia como la Municipalidad, asistieron a las casi 600 personas que se encontraban en el Hogar Escuela y otros salones comunitarios.

Las fuertes lluvias registradas durante los últimos días, pero por sobre todo los más de 130 milímetros caídos ayer, generaron graves problemas en la ciudad y dejaron como saldo más de 120 familias y unas 600 personas evacuadas, autoevacuadas y asistidas en distintos puntos de la Capital. Los barrios más comprometidos fueron el asentamiento de La Olla, Río Paraná, Caridi, Jardín, San Roque, San Antonio, Molina Punta, La Tosquera, Ponce, Santa Rita, San Ignacio, Samela, Sapucay, entre otros tantos, y los puntos de evacuación y asistencia fueron las escuelas, Salones de Usos Múltiples (SUM), los Centros de Promoción Comunitario (CPC) Irupé y San Jorge y el Hogar Escuela.

 
En los puntos donde fueron derivadas las más de cien familias evacuadas, recibieron ayuda oficial en materia alimentaria, sanitaria y con vestimentas debido a que la mayoría perdió absolutamente todo a raíz de la inundación. Inclusive brindaron asistencia a personas que se negaron a salir de sus domicilios, a pesar del estado en el que se encontraban sus viviendas, por temor a robos.

 
Nuevamente, los barrios más vulnerables y carenciados fueron los más afectados por las inclemencias climáticas y un centenar de familias de zonas bajas como depresiones o cercanas a lagunas, debieron ser trasladadas a centros asistenciales y de contención, debido a que sus casas e inmediaciones se encontraban e inundadas. Según cifras oficiales, unos 120 grupos familiares compuestos por casi 600 personas, debieron ser asistidos en escuelas y centros comunitarios de la Capital.
Oficialmente hasta el cierre de esta edición, unas 230 personas se encontraban refugiadas en el Hogar Escuela, otras 100 en la Escuela N° 345; 26 ciudadanos estaban en la Escuela N° 404 mientras que 120 personas permanecían en el CPC Irupé y otras 110 en el CPC San Jorge, éstos últimos dos ubicados en el asentamiento irregular de La Olla (compuesto por otros barrios afectados como Ongay, Serante y Paloma de la Paz).
Otras de las zonas que contaron con autoevacuados y asistidos, tanto por la Municipalidad como por el Gobierno de la Provincia, fueron los barrios ubicados a la vera de la Ruta Provincial N°5 como el Ponce, Sapucay, San Ignacio, Santa Rita, Laguna Brava, Samela, a los que se suman Pirayuí, Jardín, Molina Punta y Costa Esperanza, entre otros.
En el caso de La Olla, no sólo debieron asistir a las familias, sino que en algunos casos los bomberos debieron ayudar a que los vecinos puedan salir de sus casas debido al nivel del agua. “Por la calle Finlandia el agua nos llegaba hasta el pecho y los bomberos nos tuvieron que ayudar a salir en gomones. Mucha gente se quedó sin nada”, señaló a El Litoral, Julia una de las encargadas de brindar asistencia en el CPS Irupé.
“El problema no es sólo ahora que estamos acá, sino con qué nos vamos a encontrar en nuestras casas cuando baje el agua. Estamos muy mal”, expresó una de las vecinas que fue evacuada del barrio Irupé.
En tanto, en algunas partes de La Olla, varias viviendas precarias fueron tumbadas por las fuertes lluvias y en otros casos algunos vecinos decidieron no salir de sus hogares a pesar de la situación en la que se encontraban.
En otros puntos de la ciudad, los vecinos y organizaciones sociales llevaron ayuda y asistencia a los evacuados, quienes aguardan una vez más que el agua retroceda para volver a lo que quedó de sus hogares.