Los dos vivían en barrios diferentes de la ciudad de Rosario, pero se cruzaron en la red social. Al tiempo de intercambiar mensajes, la mujer de 48 años quiso conocerlo personalmente y lo invitó a su casa de la calle Olavarría al 1200, en Empalme Graneros. Pero la primera cita no resultó de la forma que había imaginado.

«Disculpame, gringa», le dijo el ladrón antes de atarla de pies y manos con cinta de embalar. Minutos después escapó del lugar con una planchita para el pelo, un secador, un parlante y el teléfono celular de la víctima.
La mujer hizo la denuncia en la comisaría 20. La policía ya tendría identificado al sospechoso, que sería del barrio 7 de Septiembre y se llamaría Cristian.