El presidente Mauricio Macri afirmó que «18 meses después el cambio comenzó y vamos por el buen camino, porque el cambio va a incluir a todos los argentinos», al hablar en el estadio de Ferrocarril Oeste en el Día del Trabajador.

Fue el mismo día en que todos, salvo los que estaban allí con él, lo atacaron con dureza. Mauricio Macri no retrocedió y, como ocurre en las últimas semanas, dobló la apuesta ante sectores sindicales, políticos y sociales que, en el Día de los Trabajadores amagaron con protestas y anticiparon un mes de movilizaciones.

 

«No va más el país de la ventajita, de la patota o de los comportamientos mafiosos», fue la frase más fuerte que pronunció junto a Gerónimo «Momo» Venegas en el acto que le organizó la mítica 62 Organizaciones Peronistas, el añejo brazo político del sindicalismo. Lo dijo después de anunciar una medida que busca formalizar al indeterminado universo de beneficiarios de planes sociales, mediante el programa «Empalme».
«Hay que poner cada uno lo mejor de sí. Este es un momento donde necesitamos que se sienten en una mesa todos y que digan ‘¿en qué puedo ayudar, qué puedo poner?’ No va más decir ¿qué me puedo llevar, qué puedo sacar, qué ventajita puedo obtener?'», arrancó la parte más dura del breve discurso, que matizó con dos citas a Juan Domingo Perón.
«No va más el país de la ventajita, de la patota, el país con comportamientos mafiosos. No hay dueños de la Argentina. La Argentina es de todos los argentinos ¿entendimos? La Argentina es de todos los argentinos y no me voy a bancar a ninguno que nos quiera llevar por delante, porque yo estoy acá por ustedes, no para defender a ningún mafioso», afirmó.