La protesta central fue en la Plaza de Mayo, donde miles de mujeres y hombres vestidos de negro marcharon con paraguas bajo la lluvia. En Corrientes, la manifestación se realizó por la mañana frente a Casa de Gobierno, donde pese al mal tiempo, cientos de mujeres hicieron oír sus reclamos.

A raíz del brutal crimen de Lucía Pérez en Mar del Plata, la ONG #NiUnaMenos y otras organizaciones convocaron a una nueva protesta multitudinaria contra los femicidios. Primero hubo un paro entre las 13 y las 14 en los ámbitos laborales y luego una concentración a las 17 en el Obelisco y en plazas de todo el país. Otra consigna era vestirse de negro.

Miles de personas marcharon por el centro porteño, vestidos de negro, debajo de un mar de paraguas.

Miles de personas marcharon por el centro porteño, vestidos de negro, debajo de un mar de paraguas.

La convocatoria fue en su mayoría por redes sociales con un nuevo retrato viral pero también muchas madres, hijas y miembros de organizaciones llamaron a marchar. Desde el obelisco se movilizaron hasta Plaza de Mayo.

Según informaron, en lo que va del año hubo 226 femicidios, de los cuales 19 se cometieron en solamente en octubre. Uno cada 21 horas es la estadística.

Muchos hombres acompañaron el miércoles negro, que pese al clima, se extendió hasta entrada la noche en Buenos Aires.

Muchos hombres acompañaron el miércoles negro, que pese al clima, se extendió hasta entrada la noche en Buenos Aires.

«La gran cantidad de femicidios registrados durante las dos últimas semanas vuelven a prender la señal de alarma», expresó en un comunicado Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá).

En Mar del Plata también se sintió fuerte el reclamo, que fue encabezado por el padre de Lucía Pérez.

Fueron muchas las partes que opinaron al respecto. Por ejemplo, Claudio Avruj, secretario de Derechos Humanos, advirtió que la marcha «tendría que haber involucrado también a los hombres» y destacó que se trató de «un llamado de atención a tomar mayor responsabilidad y conciencia».

«Cuando los problemas se suceden, no es un problema de las víctimas, sino de la sociedad en su conjunto, que es indiferente, lo tolera o lo propicia», destacó.

La madre de Lola Chomnalez, la adolescente asesinada en el balneario uruguayo Barra de Valizas, consideró que sirve para pedir «políticas públicas que prevengan» la violencia de género y reclamó que «la sociedad toda deje de ser espectadora» de esta problemática.

«Es terrible lo que está pasando por estas horas. Va a ser impactante y emocionante vernos a tantas mujeres con una misma causa», sostuvo Adriana Belmonte.

También Marta Montero, mamá de Lucía Pérez, se manifestó: «Es para pedir justicia y que no haya más Lucías. Cuidemos a los chicos, cuidemos (la lucha contra) la venta de droga por las escuelas y hagamos mucho hincapié en esto porque los adolescentes son vulnerables».

Corrientes

Con más de 300 personas en la plaza 25 de Mayo, Corrientes se sumó ayer al paro de mujeres que tuvo lugar en todo el país. Pese a la lluvia se congregaron diferentes organizaciones sociales y familiares de víctimas de femicidio, quienes visibilizaron sus experiencias y pidieron por la aplicación de las leyes de protección del género.
La principal premisa de la movilización fue el reclamo de protección para el género femenino en un país en el que una mujer es asesinada cada 30 horas, según datos de la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) que se creó en la Corte Suprema de Justicia.

De esta manera, contagiados por una convocatoria nacional, el grupo compuesto por organizaciones sociales y familiares de víctimas de femicidio se sumó a un paro simbólico con radio abierta, pancartas con los lemas “Ni una menos”, “Vivas nos queremos” y cánticos.

En lo que respecta a la convocatoria al paro vale señalar que el cese de actividades se notó en algunos estamentos de la administración pública, cuyos trabajadores no pudieron asistir a la plaza pero reclamaron desde sus puestos laborales.

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Vestidas de negro en señal de descontento, las primeras mujeres se congregaron en el espacio verde con una radio abierta.

Así fue que hicieron uso de la palabra los familiares de varias de las víctimas correntinas. Cinco es el registro que se lleva en la provincia este año, sin contar aquellos casos que siguen siendo invisibilizados.

La muchedumbre escuchó atentamente a la madre de Tamara Zalazar, la joven a la que mataron en febrero y también a la hija de Alejandra Duarte, quien falleció quemada en el Hospital Vidal. Difícil fue no sentirse interpelado por sus testimonios que describieron la lentitud judicial y policial a la hora de atender los casos.
También hablaron otros familiares, como Rita Verón y Karina Silguero, hermanas de Eli y Silvana respectivamente.

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Más allá de sus casos particulares, el pedido apuntaba a la asistencia por parte del Estado para erradicar el flagelo o por lo menos a buscar soluciones coyunturales, como la creación de refugios de protección que aún siguen entre escombros.

La marcha se trasladó así a la calle Salta, bien frente a la Casa de Gobierno. Entre cánticos y más testimonios, aguardaban por respuestas del Estado que nunca llegaron.
Lo que sí llegó fue la lluvia, que al igual que los efectivos apostados en la zona, no pudo hacer que las mujeres vestidas de negro se fueran de allí.

Con una desafiante bandera, una mujer hizo notar su descontento con el veto provincial a la ley de reconstrucción mamaria para pacientes con cáncer sin obra social.

Con una desafiante bandera, una mujer hizo notar su descontento con el veto provincial a la ley de reconstrucción mamaria para pacientes con cáncer sin obra social.

En ese momento los paraguas dijeron presente, así como las víctimas que hoy no están, pero que estuvieron representadas por el grito de las que no tienen voz.

Poco optimismo por la continuidad de la ley de emergencia

Referentes de la lucha por los derechos de la mujer advirtieron que sería en vano la continuidad de la legislación si aun con la prórroga sigue sin ser reglamentada por falta de presupuesto.

Entre los referentes en materia de defensa de los derechos de la mujer hay poco optimismo por la prórroga de la ley de emergencia por violencia de género que vence el mes que viene. Advierten que sería en vano la continuidad de la normativa si sigue sin ser reglamentada por falta de presupuesto, y que se trata de un problema de políticas activas más que legislativas.

Luego de constantes reclamos por parte de las organizaciones civiles que abogan por los derechos de la mujer, en noviembre de 2014 se sancionó la Ley de Emergencia Pública en Materia Social por Violencia de Género. Sin embargo la normativa nunca se aplicó por falta de presupuesto y su vigencia terminará el mes que viene, ya que sólo tiene dos años de duración.

En ese sentido, El Litoral consultó a algunos referentes de la militancia en defensa de los derechos de la mujer y la mayoría advirtió que hay pocas probabilidades de que la ley sea prorrogada. De hecho, consideraron que sería en vano su continuidad si la misma sigue sin contar con un presupuesto para su reglamentación.

“La verdad es que no tengo esperanzas de que esto cambie, ojalá que sí. Una prórroga de la ley de emergencia sería como estirar algo que no existe. Hasta el día de hoy siguen matando mujeres y en la Justicia no hay oficinas que se ocupen del tema, y el Municipio anunció un refugio hace tres años y todavía no tenemos novedades”, expresó Rita Verón, hermana de Eli, víctima de femicidio.

Por su parte, Leticia Gauna, referente de Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumala) y delegada provincial del Inadi, opinó que el problema pasa por “una falta de perspectiva de género, de no importarles, no son políticas para las mujeres solamente, son políticas de derechos humanos”. “Nuestros legisladores y gobernantes deben mostrarse no sólo con una declaración, sino que cuando tienen que generar políticas y asignar recursos tienen que estar presentes”, agregó.

Al respecto también se refirió Carolina González, integrante de la Comisión Nacional Coordinadora de Acciones para la Elaboración de Sanciones de Violencia de Género. Según su perspectiva, “la prórroga sería como decir ‘sigan sin hacer nada por dos años’. La ley a la que tenemos que apuntar para su aplicación es la de Protección Integral a las Mujeres (Nº 26.485)”.

“Esa ley es muy amplia y ataca al problema de fondo y también los emergentes. Las leyes de emergencia las utilizan como un parche, porque la violencia es un problema estructural con una raíz muy grande que es el sistema patriarcal, y en dos años no lo podés resolver”, añadió.

Del lado legislativo, el diputado provincial Martín Barrionuevo afirmó que “seguramente vamos a tratar la prórroga, pero tiene que ver mucho más con políticas activas que con legislativas”. “Uno puede dictar normas, pero después te encontrás con que no se aplican”, advirtió.

Fuente: Infobae; El Litoral