La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas elegirá hoy las cintas nacionales que representarán a nuestro cine en los Estados Unidos y en los Goya.

Una buena performance en la taquilla no significa tener el honor de representar al cine de nuestro país en los principales premios a la producción fílmica. Si esto funcionara así, Me Casé con un boludo debería ser la elegida, por tratarse de la cinta nacional que más espectadores llevó a las salas este año. Y aunque sabemos que eso no va a ocurrir, este año, las películas que tienen serias posibilidades de ser elegidas cuentan con el beneplácito no solo de la crítica, sino también del público.

El Ciudadano Ilustre, la gran comedia de Mariano Cohn y Gastón Duprat que ya ha llevado a los cines a más de 300 mil espectadores es una de las preferidas de los miembros de la Academia vernácula. La historia minimalista, con personajes típicos de la idiosincrasia nacional, es una buena apuesta para competir frente a las representantes de otros países por la dorada estatuilla de Hollywood, y a la vez, también reúne cualidades que pueden resultar demasiado localistas para el jurado de la «Meca del Cine». Sin dudas, le iría mejor en los Hispanos Goya. El hecho de tener parte de la producción española, de haber obtenido el premio al mejor intérprete (Oscar Martínez) en el pasado Festival Internacional de Venecia, y que justamente este actor esté viviendo su mayor punto de popularidad en la «Madre Patria», en donde está rodando la versión fílmica de Toc Toc, la hace la cinta ideal para ganar en la categoría «Película extranjera de habla hispana», sección en la que nuestra cinematografía tiene un amplio historial de triunfos. Si se actúa con lógica, El Ciudadano Ilustre debería ser sin dudas nuestra representante en los Goya.

Ahora, volviendo a Hollywood y los Oscar; y descartando El Ciudadano Ilustre por su tinte demasiado «argento», la mejor opción vendría por el lado de Koblic de Sebastián Borensztein. El filme, que también tiene a Martínez como uno de los protagonistas, junto a Ricardo Darín, es un thriller de tintes clásicos. Un western muy bien rodado, que tiene como inspiración el cine de género, que seguramente los encargados de decidir las nominaciones a los Oscar sentirán mas cercano. Además, y no es un tema menor, el hecho de que la trama se desarrolla en tiempos de la dictadura nacional, que roza temas tan urticantes como «los vuelos de la muerte» y la represión, puede generar empatía en un jurado que siempre ha preferido las cintas que recrean temas reales de la problemática y la política del país que representan. Koblic sería una gran elección para representarnos en los premios de La Academia de Cine y Artes Audiovisuales de Hollywood.

Luego, hay un pelotón de películas que pueden aspirar a ser seleccionadas: Gilda, no me arrepiento de este amor tiene enormes valores cinematográficos, pero no parece tener la fuerza para una competencia en donde cada país presenta lo mejor de su cine.

Inseparables, al tratarse de una remake, no funcionaría (se sabe que en este rubro siempre se prefieren las versiones originales y no las adaptaciones). La luz incidente es un filme de arte, una película de autor, ideal para festivales de séptimo arte, pero demasiado sofisticada para premios que combinan valores artísticos con intenciones comerciales.

Cualquiera de los largometrajes que salga beneficiado, no la tendrá fácil para conseguir un lugar entre las 5 nominadas a mejor película extranjera, ya conocemos que España eligió la última película de Almodovar, Julieta, para que represente a su país. Además Chile enviará Neruda de Pablo Larraín y Francia escogió a Elle de Paul Verhoven. Todas películas de excelencia que aspiran a una nominación.

En todo caso, los más de 300 miembros de la Academia Nacional que tendrán la responsabilidad de seleccionar a nuestras representantes, lo harán buscando que nuestro país consiga su tercer Oscar el próximo 26 de febrero.

Fuente: Teleshow