Sería conveniente para que los adolescentes tengan la posibilidad de dormir entre 8 y 9 horas y así rendir mejor.

 

Un estudio de las universidades de Harvard y Oxford llegó a la conclusión que el horario del comienzo de clases -entre las 7 y 8 de la mañana- es perjudicial para el rendimiento de los alumnos en las aulas. Según el estudio «Sincronizar la educación a la biología adolescente», las clases deberían comenzar alrededor de las 11 de la mañana.

La investigación se basa en que el promedio de horas que deben dormir quienes van al colegio, 8 y 9 horas, se dificulta con el «enlentecimiento del reloj biológico», que genera en los adolescentes las ganas de dormir entre las 11 y 12 de la noche.

Otro estudio, de Open University sostuvo que los estudiantes rinden mejor entre las 11 de la mañana y las 9.30 de la noche, es decir «cuando su tiempo de estudio se alinea con su ritmo personal y coincide con el momento del día en el que son más eficaces», según Paul Kelley, docente encargado de la publicación.

«La desalineación temporal entre el tiempo de sueño y las horas habituales de las instituciones educativas causa pérdida significativa del sueño», precisaron desde Open University.

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