Un trabajo de la Universidad de Cambridge, liderado por el experto en parejas David Spiegelhalter, alertó de que si las estadísticas continúan a ese ritmo, para el 2030 las parejas podrían no tener sexo en absoluto.

«El problema es la conexión masiva y la oferta 24 horas», destacó Spiegelhalter. El especialista manifestó que la tecnología invadió de manera positiva y negativa el dormitorio. Además agregó que «antes la programación finalizaba temprano y no había mucho más que hacer».
«Las series de TV por streaming despiertan un interés casi adictivo que lleva a postergar las actividades necesarias», resaltó a Infobae Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo (MN 74.794). «Dejar que en el ‘medio de la cama’ aparezca la computadora, el teléfono, y ahora, las series por TV, aleja los cuerpos y las ganas de encontrarse».

Hay que tener en cuenta que el deseo sexual no surge por «arte de magia», se necesita de fantasías, insinuaciones, contacto, atención focalizada y tiempo «para que esa amalgama de factores concluya en un placer único, que merece ser repetido», sostuvo el especialista.