Esas sobrecogidas palabras le dedicó Adriano Aquino a su hijo fallecido hace un año, durante el homenaje que se realizó ayer en el barrio Aldana. Vecinos, amigos y familiares de Maxi Aquino descubrieron una placa en el lugar de su asesinato. Previamente se celebró una misa en su honor, presidida por el padre Goyo.
Al cumplirse un año del salvaje asesinato del estudiante Maxi Aquino en el barrio Aldana de la capital correntina, familiares y amigos concurrieron a la iglesia San Juan Bautista donde el padre Gregorio “Goyo” Valenzuela ofició una misa donde se rezó por su eterno descanso. Culminado el acto religioso, los presentes partieron desde el templo y marcharon en silencio por las calles del barrio hasta llegar al lugar donde cayó abatido, el joven oriundo de San Roque, al ser apuñalado por un delincuente cuanto intentó evitar el robo de un celular a la chica que lo acompañaba. En la calle Uruguay 393, se descubrió una placa recordatoria.
Adriano Aquino, padre de Maxi, quien estaba acompañado de su otro hijo y la esposa, encabezaron la movilización que se realizó en silencio y de la que participaron amigos de la víctima y el padre Valenzuela.
“Cada fin de semana es como que lo estamos esperando”, dijo al recordar a Maxi.
“Quiero agradecer el acompañamiento de toda la gente y en especial de sus amigos, que me dan muchas fuerzas porque veo a mi hijo en cada uno de ellos”, afirmó.
“Nos cambió totalmente la vida, tenemos que acostumbrarnos a otro sistema de vida, algo muy doloroso, muy triste nos pasó” remarcó en declaraciones radiales.
“No sé cómo explicar esto, nunca nos habíamos imaginado que esto podría suceder, nosotros siempre estábamos por Capital, en el mercado, de día, de noche, cuidándonos, no nos imaginábamos que esto nos podía pasar” mantuvo.
En tanto manifestó estar conforme con el accionar de la Justicia. “La justicia tiene sus tiempos, dentro de todo ya hay fecha de juicio, el 24 estaremos ahí. La justicia hizo su parte” afirmó.
Al hablar del único detenido en la causa Juan José Altamirano alias “Josele”, afirmó que, “para nosotros no hay dudas de que fue él, pero hoy no quiero hablar tanto de eso, estamos quebrados, hay un gran silencio, tenemos acompañamiento de los compañeros, queremos estar todos abocados a Maxi a recordarlo con amor, del tema de la causa hoy no quiero hablar” sostuvo.
Por último agradeció el acompañamiento del padre Goyo “Agradecemos mucho, el apoyo que nos brindan, no hay un amigo, un primo, que tenga una lágrima por Maxi, un silencio, hay mucho respeto, es algo que yo valoro mucho por los familiares y amigos” aseveró Adriano Aquino.
La causa
Maximiliano Aquino (21) fue asesinado de al menos cuatro puñaladas al forcejear con un delincuente que pretendió robarle el celular a él y a una amiga, Melisa Arrúa (23). El sangriento episodio se produjo el sábado 1 de agosto del año pasado alrededor de las 6, por calle Uruguay 393, a una cuadra y media de la avenida Poncho Verde. Aquino, que había salido de una peña bailable del Regatas y acompañaba a Arrúa a su casa, fue interceptado por dos motochorros. Uno de los asaltantes lo apuñaló con alevosía cuando el joven estudiante se resistió.
Fuente: El Litoral
Fotos: Daniel Britez