El tandilense se impuso por un doble 7-6 al número 1 del ranking mundial en el debut de ambos en los Juegos de la ciudad carioca por la primera fase del singles del tenis masculino.
Juan Martín Del Potro volvió por sus fueros para lograr un triunfo digno del oro olímpico al vencer al número uno del mundo y «a priori» máximo candidato al título en Río 2016, el serbio Novak Djokovic, por 7-6 (7-4) y 7-6 (7-2) en 2 horas y 28 minutos de un partido descomunal del tandilense correspondiente a la primera ronda de los Juegos.
El bonaerense jugó con notable autoridad, fue expeditivo con su servicio y complicó a ‘Nole’ con sus devoluciones, al punto de estar ocho veces a punto de quiebre, aunque no pudo plasmar ninguna. Sin embargo el mérito consistió en que Djokovic no tuvo ninguna opción en ese rubro a lo largo de las casi dos horas y media de juego.
Después, en el picado fino del partido los dos jugaron bien con su servicio y en el primer game ya el argentino tuvo tres chances de quiebre, con otras dos en el 5-4, aunque como quedó dicho todas fueron desaprovechadas.
También ambos recargaron el juego sobre el revés del rival y luego buscaron variantes para sorprender, pero en estas fue la derecha de Del Potro, cruzada a veces y paralela en otras ocasiones, la que marcó diferencias.
Y esto resaltó la excelente condición física exhibida por Del Potro, que solamente evidenció algunas dificultades de traslado cuando su metro con 98 centímetros de altura y sus proporcionados 98 kilogramos de peso le complicaron llegar sobre los vértices para levantar las pelotas flojas del número uno del ránking.
«Sentí que volví a jugar al tenis»
Tras una seguidilla de lesiones que lo mantuvieron fuera de las canchas, Del Potro se emocionó hasta las lágrimas tras conseguir una victoria casi inpensada y con la que eliminó al número 1 del mundo. «Hoy conseguí algo que parecía imposible», aseguró.
«Hoy sentí que volví a jugar al tenis, le quiero agradecer a todos, estoy haciendo un fuerte esfuerzo para volver a mi nivel», reveló el tandilense.
El tenista, quien obtuvo la medalla de bronce en Londres 2012 al vencer al mismo rival, destacó: «enfrentar a un número uno es especial y con el correr del partido empecé a sentir que mi derecha estaba bien, para colmo el saque estaba funcionando y gané en confianza. Luego, en el tie break arriesgué y me salió bien».
«No existen imposibles, ayer lo hizo (Paula) Pareto cuando ganó su medalla de oro (judo) y hoy me tocó hacer un gran partido ante el mejor del mundo. Disfruté mucho el clima que se armó en el país», contó.
Además, ‘Delpo’, que lloró largamente después de la victoria en dos sets, 7-6 (7-4) y 7-6 (7-2), detalló que «se conectó mucho con el público e intentó devolverle el aliento y el apoyo brindado».
«La gente se había olvidado que le pegaba fuerte de derecha y cuando ellos vieron la paridad del partido se dividió», bromeó.
A su vez, el campeón del US Open 2008, sostuvo que «desde hace muchos años no tenía un nivel tan alto» y deseó «no sentirlo en la próxima rueda» donde se enfrentará mañana, a las 13.45, al portugués João Sousa, 36to. jugador del mundo.
«La verdad es que las molestias siguen estando, si agarrás mis estadísticas no metí ningún winner de revés, buscaré recuperarme. Igualmente, es un momento espectacular y que me parecía imposible», se lamentó.
Y concluyó: «Todavía no caigo, recién salgo de la cancha. No pude ver ni siquiera a mi kinesiólogo (Diego Rodríguez) y a tanta gente que me ayudó. Hoy conseguí algo que parecía imposible desde mi lesión».