El fundador de Apple luchó contra un cáncer de páncreas el último tiempo de su vida.

Steve Jobs murió hace seis años. Al fundador de Apple no solo le debemos el iPhone y la Mac, sino también muchas de las ideas que mandan en el mundo emprendedor.

El magnate de la informática fue un nerd desde chico. A los 12 años aprendió electrónica en un campus de verano de Hewlett Packard. Cuando terminó la secundaria entró a la universidad, pero abandonó. Sin embargo, nunca dejó de aprender por su cuenta ni de ir a clases como oyente.

Jobs repetía que sus cosas favoritas en la vida no valían nada y estaba convencido de que el recurso más valioso que tenemos es el tiempo. También, decía que para triunfar hay que creer en algo: en tus instintos, en el destino, en la vida, en el karma.

También, se sentía orgulloso tanto por las cosas que había hecho como por las que había dejado de hacer porque «la innovación implica decirle que no a miles de cosas»

Aquí, cinco frases suyas que inspiraron a todos:

Recordar que nos vamos a morir es la mejor manera que conozco de evitar caer en la trampa de creer que hay algo para perder. Ya estás desnudo. No hay una sola razón para no seguir tu corazón.

Tu trabajo va a ser gran parte de tu vida. La única manera de estar completamente satisfecho es hacer un gran trabajo. Y la única manera de hacer un gran trabajo es amar lo que haces. Si todavía no lo encontraste, sigue buscando. No te resignes. Como todos los asuntos del corazón, sabrás cuando lo hayas encontrado.

Creo que si haces algo y resulta ser bastante bueno, entonces debes hacer algo más que sea increíble. No te detengas demasiado. Simplemente piensa en lo que vendrá luego.

Tienes que actuar y estar dispuesto a fracasar. Si tienes miedo a fracasar, no vas a llegar muy lejos.

Que me despidieran de Apple fue lo mejor que me pudo haber pasado. El peso de ser exitoso fue reemplazado por la liviandad de ser un principiante otra vez. Me liberó para poder entrar en uno de los períodos más creativos de mi vida.