Para los que no compraron el paquete del fútbol por cable, volvió la tradición de ir a un bar del barrio para seguir a su equipo. El domingo, con el superclásico, muchos locales quedaron con su capacidad al máximo de hinchas de River y Boca. Claro, para sentarse, primero hay que consumir. Y para evitar que desde la vereda se pudiera ver la tele sin pagar, algunos locales se pusieron medio mala onda.

 

Esto pasó en una pizzería de Del Viso. Los comensales tuvieron que ver el partido sin la luz natural del atardecer -sí, seguro que les re interesaba- para que los de la vereda no pudieran ver el partido. Bajaron las persianas casi en su totalidad. Igual, como siempre, hubo algunos que se las ingeniaron para seguir el superclásico por los mini agujeritos de la chapa.