Se trata de Elías Javier Sánchez (37), quien desde hace algunos meses estaba viviendo en Corrientes. La detención se produjo en una casa ubicada sobre calle Pampin 337 (continuación de Jujuy, pasando Poncho Verde), donde la Policía Federal realizó un operativo al rededor de las 10 de la mañana.

Sanchez vivía en la casa en cuestión, junto a su novia, quien alquilaba esa vivienda. La detención se llevó a cabo ante la mirada atónita de los vecinos, quienes no sospechaban que el ocupante de Papin 337 fuera un criminal buscado por la Federal.

El operativo estuvo a cargo de la conexión local de la Policía Federal con la División Drogas de Campana (Buenos Aires).

Fuentes policiales indicaron al cronista de Capital 95.3 que venían realizando un seguimiento de Sánchez, con escuchas telefónicas, que permitieron identificar su locación.

Los Monos

La banda de los Monos, recientemente desbaratada, es un grupo de personas ligadas al tráfico de drogas, cuya base de acción se encuentra en Rosario.

La banda que en Rosario se conoce con el popular mote de Los Monos nació a finales de la década de los años 90, con un asentamiento territorial en Villa La Granada, en la zona sur de la ciudad y casi al límite del municipio. En esos años, apenas tenían actividad delictiva hasta que una expansión del mercado del narcotráfico les dio la posibilidad de adentrarse en el turbio mundo de la droga y comenzaron una guerra por el territorio sin precedentes en la ciudad.

Si bien existían indicios de que el narcotráfico operaba en Rosario hace tiempo, su irrupción drástica se dio entre los años 2007 y 2008, cuando en el mundo comenzó la última gran recesión. Desde entonces aumentó la demanda de cocaína de baja calidad en los barrios más pobres y fue cuando Los Monos entraron en el negocio. Apareció entonces el fenómeno de los búnkers y la banda empezó a expandir su negocio a sangre y fuego. Ejemplo de esto es la guerra sin cuartel que desataron por el control de la ciudad contra Los Garompa y Los Colorados, otras dos bandas delictivas, la que dejó un saldo aproximado de 30 muertos. Por la muerte del líder de Los Garompa se investigó a quien era su jefe en ese momento, Ariel Máximo “El Mono Grande” Cantero, aunque nunca se reunieron pruebas suficientes contra él. Los Monos terminaron por ganar aquella guerra y se convirtieron en una de las bandas más poderosas de la ciudad.