La bahamesa Shaunae Miller se lanzó a la línea final en una ajustada carrera que debió definirse con un “foto finish” para proclamar a la ganadora.

Cuando el título estaba a punto de escaparse de sus manos, la bahamesa Shaunae Miller se arrojó sobre la línea de meta para conquistar el oro olímpico de 400 metros y dejó a la estadounidense Allyson Felix sin su objetivo de ser la primera atleta de la historia con cinco triunfos en los Juegos.

Miller, en un final agónico, cerró la vuelta a la pista en 49.44, el mejor registro de su vida. Felix, que la llegó a rebasar en la recta, terminó segunda en 49.51, y la jamaiquina Shericka Jackson se colgó la medalla de bronce con 49.85.

La bahamesa dio rienda suelta a su alegría cuando aparecieron los tiempos oficiales en el videomarcador del estadio Olímpico, después de permanecer las dos unos segundos en suspenso, sin saber quién había ganado.

Miller parecía haber sentenciado la carrera cuando se presentó a mitad de recta con tres metros de ventaja, pero Allyson no había dicho su última palabra y fue recortando la diferencia a cada paso. Y cuando parecía que había rebasado a la bahamesa, ésta se lanzó sobre la raya y le arrebató el triunfo.

palomita en la meta para ganar 2

En semifinales, Allyson Felix había ganado la batalla psicológica a la que estaba llamada a ser su rival más dura, la bahamesa Shaunae Miller, subcampeona del mundo y líder del ránking mundial del año, con la que coincidió en la tercera serie.

Miller, abanderada de Bahamas en la ceremonia inaugural de los Juegos, no ha perdido una sola de las cinco carreras que ha hecho este año.

Libania Grenot, cubana de origen y primera italiana que pisaba una final olímpica de 400, se clasificó octava y última con un tiempo de 51.25.

La británica Christine Ohuruogu, campeona olímpica en 2008 y subcampeona en 2012, no se había clasificado para la carrera decisiva.