«El cariño que le damos a un perro es el que le restamos a nuestras familias», declaró, polémico, el cantautor.

Andrés Calamaro está radicado en España y se lo ve muy a gusto. A punto de grabar un disco, de publicar un libro con fotos de las corridas de toro, y de salir de gira el cantante hizo polémicas declaraciones para el sitio El Mundo.

Pero ¿de dónde nace esa pasión por los toros?, fue una de las preguntas de la entrevista. «Bueno, de chico me llevaron a ver toros a México, es verdad. Pero empecé a ir con frecuencia con 30 años, cuando llegué acá. El mundo del toro me ofreció un respeto, una gratitud y una amistad, que son valores muy importantes», aseguró.

Lo más picante llegó después, cuando habló de los mejores amigos del hombre: «No sé por qué se ataca este mundo taurino. Puede haber una conspiración de los fabricantes de comida para perros. A los animalistas les pido que abran bien los ojos. Mientras mucha gente se muere de hambre, se gastan miles de millones de dólares en alimentar perros y cortarles el pelo. Ésa es una industria que conviene… Es perverso, porque además el cariño que le depositamos a un perro es el que le restamos a nuestras propias familias en algunos casos».

Para finalizar, El Salmón habló sobre la relación que tiene con su hija Charo, fruto de su amor con Julieta Cardinali: «La veo poco a mi hija. Soy un padre peculiar… Siendo cantante, hago muchas giras, grabo discos y viajo mucho. La hija vive con la madre y yo estoy acá, pero el mes que viene nos vamos a ver. También hay toda una vida por delante para que descubra la clase de padre que tiene».

Fuente: Teleshow