Desde el Juzgado de Instrucción Nº6 elevó el pedido de Juicio Oral y Público contra Mario R. Bofill, hijo, quien es procesado por una acusación de “Homicidio culposo agravado” en accidente de tránsito.

Mario Bofill (hijo) quedó procesado por “Homicidio Culposo” el 4 de agosto de 2014, tras la determinación de la juez Graciela Ferreyra. Según la investigación, el muchacho habría conducido un automóvil alcoholizado y a alta velocidad. Embistió a Guillermo Ramón Juani, de 44 años, quien se trasladaba en moto y regresaba de trabajar. El caso, en primera instancia, fue caratulado como “Homicidio Simple”.

El abogado querellante, Alberto Salvador Pischeda, dijo a época que espera que la fijación de la fecha del debate oral se haga antes de fin de año.

“En el primer debate solicitaré el cambio de carátula para una mayor condena”, apuntó.

“En este caso hay que decir que la Justicia actuó con responsabilidad y compromiso, y a pesar de haber pasado un tiempo importante desde el hecho, se demuestra que hubo y hay un trabajo serio del Poder Judicial”, señaló a lo que agregó “esta acción nos permite tener esperanza de llegar a la verdad”, dijo el abogado. Pischeda por otra parte informó que fue informado de una nueva resolución contra el acusado.

“Se determinó prorrogar la inhabilitación provisoria para conducir por el término de 6 meses, por lo que se comunicó a las autoridades municipales tal determinación”, apuntó.

El hecho

El accidente de tránsito ocurrió el 21 de septiembre a las 6:15. El Chevrolet Corsa que conducía el hijo del reconocido cantautor embistió, a muy alta velocidad, a Guillermo Ramón Juaní, quien regresaba a su casa, tras una jornada laboral, en moto.

El accidente sucedió en el cruce de Ciudad de Arequipa y Santa Cruz, del barrio Santa María de Capital. La violencia del impacto provocó que la motocicleta fuera desplazada unos metros encima del capó, parabrisas y techo del auto antes de ser lanzada a más de 50 metros. Las pericias indicaron que Bofill conducía el vehículo completamente alcoholizado, más precisamente con 1.90 de graduación alcohólica en sangre, cuando lo permitido es de 0.50.

Fuente: Época (texto); El Litoral (imagen)