En Formosa, el Xeneize venció 2-1 con tantos de Benedetto y Pavón; Martín Michel había igualado con un golazo. Lanús será el rival en la próxima instancia.

Con mucho sufrimiento, Boca venció en Formosa a Santamarina de Tandil por 2-1 y se clasificó a los octavos de final de la Copa Argentina. Los goles xeneizes los anotaron Darío Benedetto y Cristian Pavón; había igualado Martín Michel. Lanús será el rival del equipo de Guillermo Barros Schelotto en la siguiente instancia.

En la primera etapa se lo vio a un Boca que fue de menor a mayor. Ramón Santamarina comenzó con mucha más actitud y si bien no dominó ampliamente el juego, sí le disputó el balón en un comienzo. Hasta que el Xeneize se acomodó al partido y los de Tandil nunca pudieron lastimar con claridad.

Y empezaron a llegar las jugadas de peligro para Boca. A los 9′, Rodrigo Bentancur marcó un gol pero fue anulado por offside, aunque no quedó bien claro qué cobró Silvio Trucco a instancias del juez de línea, ya que también se reclamó una mano del juvenil xeneize.

El equipo de Guillermo Barros Schelotto siguió marcando las diferencias por las bandas, gracias a las buenas subidas de Zuqui y Pavón. A su vez, el nivel de Pablo Pérez comenzó a mejorar y hasta Carlos Tevez mostró chispazos.

Así llegó una buena combinación de Carlitos con Benedetto, quien de media vuelta sacó un potente remate que tapó el arquero Papaleo. Recién a los 16′ llegó un aviso de Santamarina a través de Leonardo Fredes, pero su remate de media distancia salió muy desviado.

Un minuto después, el gol: Pablo Pérez buscó la individual dentro del área, remató y luego de que lo taparan justo, y cuando parecía que el peligro se terminaba, Fabra corrió por izquierda y sacó un centro preciso a la cabeza de Benedetto, que a pura potencia no la dejó pasar.

De ahí hasta el final de la etapa, Boca dominó a un Ramón Santamarina que sólo apostó a la pierna fuerte. El Xeneize no fue el mismo después del gol, pero siempre estuvo atento en defensa. Mucha concentración y muy metidos para no sufrir sobresaltos.

En el complemento, los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto fueron en busca de liquidar el encuentro. Avisó a los cinco minutos con un remate de Fabra, que tapó muy bien Papaleo, a esta altura la figura del equipo tandilense.

Luego, una buena subida de Carlos Tevez, que metió un centro al corazón del área pero que no encontró a un compañero. Eso provocó el enojo del entrenador. Y Cristian Pavón, a los 15′, que enganchó de izquierda a derecha y remató apenas desviado.

Promediando la etapa, dos goles anulados para Boca: el primero, tras una excelente jugada de Pablo Pérez, por offside de Benedetto, quien volvía a marcar de cabeza; el segundo, polémico porque Fernando Piñero marcó en contra, pero el árbitro lo anuló por entender que a Pavón se le había ido el balón por el fondo antes de meter el centro, hecho que no ocurrió.

El mazazo terminó por pegarle a Boca segundos después, con un golazo de Martín Michel, quien ya le había marcado al Xeneize en otra edición de Copa Argentina. Sin embargo, la desesperación no se apoderó del equipo de Barros Schelotto que siguió intentando y llegó rápidamente a la nueva ventaja por intermedio de Cristian Pavón, quien picó en posición adelantada.

Los minutos finales fueron de absoluto dominio de Boca, que siguió intentando para cerrar un partido que de la nada se le tornó durísimo. Ramón Santamarina ya no tuvo las mismas fuerzas físicas que al principio, por eso el Xeneize vio cómo corrió el tiempo hasta su final sin sufrir muchos sobresaltos.

Fuente: Infobae