Un plenario de tres comisiones recibió a familiares y especialistas, en una sala repleta. El dictamen se firmará en una semana por pedido de la oposición. El oficialismo aceptaría que el Estado se comprometa a proveer el aceite cannábico, pero no autorizaría el monocultivo.

En una sala abarrotada por representantes de organizaciones e instituciones, un plenario de comisiones de Seguridad Interior, Legislación Penal y Salud de la Cámara de Diputados debatió por primera vez la legalización del uso medicinal del Cannabis.

El proyecto obtendrá dictamen favorable la semana próxima, tras la ronda de consultas, dado que la oposición en pleno presionó para avanzar pronto con la media sanción.

“Se termina el año legislativo y esto no puede seguir dando vueltas”, advirtió Myriam Bregman, del PTS, y en el mismo sentido Victoria Donda (Libres del Sur) pidió “no estirar el tema en términos parlamentarios”.

Al iniciar la reunión, los diputados Nilda Garré (FpV), Sergio Wisky (Pro) y Cecilia Moreau (Frente Renovador), además de Donda y Bregman, cuestionaron que la Comisión de Seguridad Interior –en manos del radical Luis Petri- sea la cabecera del debate, y exigieron enfocar el tema desde la salud pública.

“No estamos discutiendo el uso recreativo de la marihuana”, aclaró la titular de la Comisión de Salud, Carolina Gaillard, del Frente para la Victoria.

La legisladora advirtió que “hoy no se puede investigar en nuestro país porque conseguir la sustancia está penalizado”, y a su vez “la mamá que cultiva es considerada una delincuente”.

“Hoy el Estado, en lugar de estar ayudando y acompañando a los pacientes que necesitan el Cannabis para mejorar su calidad de vida, sigue convalidando la actual Ley de Estupefacientes”, sostuvo Gaillard.

De cara al dictamen final, el oficialismo estaría dispuesto a aceptar que el Estado se comprometa a proveer el aceite de Cannabis, pero no autorizaría el monocultivo, que exigían diputados como Diana Conti, que discutió fuerte con Petri.

Andrew Blake, director de Salud Mental del Ministerio de Salud; y Silvia Kochen, jefa del Centro de Epilepsia del Hospital Ramos Mejía e investigadora del CONICET, coincidieron en señalar que es acotada la financiación de ensayos clínicos por parte del Ministerio, ya que la mayoría de las investigaciones son de laboratorio.

A continuación, Marcelo Morante, de la Universidad Nacional de La Plata, consideró que “no nos podemos olvidar de la educación médica”. “Somos los médicos los que tenemos que estar capacitados”, dijo.

Muy aplaudido, el especialista indicó que “lo que falta es que los legisladores den un marco regulatorio”.

Por su parte, en un duro testimonio, María Laura Alasi relató cómo fue que se convirtió en la primera en conseguir autorización oficial para importar aceite cannábico para el tratamiento de su hija Josefina, quien padece epilepsia.

Hasta ese momento, comentó, elaboraba el aceite por cuenta propia. “No dudé un segundo en ser yo misma quien cultivara las plantas, ante el temor de ir presa”, manifestó.

A su vez, se preguntó: “¿Ustedes, los legisladores, recorrieron los pasillos de los hospitales? Es un rotundo ‘no’, porque sino ya se estaría aplicando la ley para uso medicinal del Cannabis”.

Fuente: Parlamentario