Un supermercado de la cadena británica Costcutter se convirtió en el primero del mundo en aceptar pagos electrónicos validados por la huella digital del cliente, que al combinarse con un mapeo previo de las venas del dedo se convierte en «extremadamente seguro», según afirmaron los creadores de esta tecnología.

«No más PIN, contraseñas, dinero o tarjetas de crédito», anunció el sitio de la empresa que provee el servicio de almacenamiento de huellas digitales, Sthaler, y agregó que se trata de la «primera plataforma biométrica que compara con datos en la nube» para respaldar «productos para el manejo de identidad seguros».
Además, afirmaron que al tratarse de un sistema que combina la tradicional huella digital con un mapa en tres dimensiones de las venas del dedo elegido, las chances de que haya dos estructuras iguales es de 3.400 millones a 1.

 

En declaraciones al diario The Telegraph, los responsables de la empresa afirman que el sistema es «rápido de suscribir» y hace más sencillo el acto de pagar «porque no se necesita llevar dinero, tarjetas, ni recordar una contraseña, ya que alcanza con llevarse a si mismo».

«Cuando ponés el dedo en el escaner se chequea que estés vivo, que tengás pulso y hemoglobina. El patrón de venas es seguro porque se mantiene alojado encriptado en una base de datos con códigos binarios. Nosotros no recopilamos los datos crediticios, que quedan en manos de Worldpay, de la misma manera que cuando se compra online».

 

En su sitio web, Sthaler describe su tecnología «Fingopay» como la sucesora de una cadena que se inicia con las monedas, continúa con las tarjetas de débito en la década de 1980 y que tiene como antecesor directo Apple Pay Cash en 2016.
El primer supermercado se encuentra en la Universidad londinense Brunel y la empresa espera que 3.000 de sus 13.000 estudiantes comiencen a utilizar esta forma de identificación.

Además trabaja con otros supermercados y otro tipo de empresas que puedan usar esta tecnología de pagos, como gimnasios y clubes nocturnos.

La huella digital ya se utiliza en el Reino Unido para acceder a algunos edificios de alta seguridad o autorizar las transferencias de comercio interno en un banco de inversión.

Fuente: Telam