Desde la administración comunal se dispuso la instalación de grupos de trabajo especiales en los barrios Ponce y San Ignacio, para desaguar lo más rápidamente posible las zonas inundables donde se asentaron varias familias, tras los 234 milímetros de lluvia caída. Los desagües se saturaron por el desborde de bañados y lagunas naturales que existen en el sector. En el lugar se encuentran bombas de desagote trabajando, con el apoyo de una retroexcavadora. Además, cuadrillas municipales limpiaron íntegramente canales aledaños.

Como parte de los trabajos que la Municipalidad de Corrientes realiza tras los 234 milímetros de lluvia caída, en las últimas horas la Secretaria de Infraestructura instaló bombas para acelerar el desagote en comunidades linderas a la Ruta Provincial Nº5.

Los desagües de la zona, como los barrios Ponce y San Ignacio, se saturaron por el desborde de bañados y lagunas naturales que existen en predios donde se asentaron varias familias. Pero el panorama está mejorando notablemente, a partir del trabajo de las cuadrillas municipales que además realizan nuevas canalizaciones.

El Instituto Correntino del Agua y el Ambiente (ICAA) indica que el sábado cayeron 96,5 milímetros, el domingo fueron 87,1 milímetros y el lunes (hasta las 13 hs) otros 50,5 milímetros; lo que suman 234,1 milímetros totales de lluvia caída –de manera continua- en las últimas 48 horas.

Varias cuadrillas de obreros municipales, apoyados con una bomba de desagüe, una retroexcavadora y herramientas manuales, trabajan a destajo en las zonas bajas de los barrios Ponce y San Ignacio buscando agilizar el retiro del agua acumulada tras las lluvias que afectaron a la ciudad desde el sábado pasado.

Si bien las tareas ejecutadas son similares en distintos sectores de la Ciudad, en el Ponce es donde más inconvenientes se suscitaron debido al asentamiento irregular de varias familias en terrenos naturalmente inundables, al tratarse de inmediaciones de la laguna que existe en la zona.

Ante la problemática concreta, el intendente Fabián Ríos dispuso la intervención inmediata en este sector con la instalación de bombas que desaguan 1.500.000 litros por hora. Con las máquinas, se utilizaron 60 metros de manguera de 110 mm de diámetro.

La acción de estos equipos, puestos a funcionar desde una cámara reforzada en una de las zonas más altas, busca agilizar la salida del agua, que se da naturalmente a través de canales aliviadores que vinculan los sistemas de desagües de la Ruta Provincial Nº5 con el de la Ruta Nacional Nº12.

La intervención demandó además la limpieza completa de los canales de desagües en el margen sur de Ruta Provincial Nº5, desde la calle Rómulo Artieda hasta la Rotonda de la Virgen de Itatí. En estos lugares se produjeron obstrucciones por material de desecho que trajo la lluvia, y que fue retirado oportunamente por personal municipal.

Tal se informó desde la Subsecretaría de Servicios Públicos, los equipos y obreros comunales continuarán en la zona al menos unos dos días más hasta garantizar el completo desagüe. El subsecretario de Servicios Públicos, Hugo Ángel Fernández, subrayó que los inconvenientes se suscitaron en zonas “que no son aptas para construir viviendas, ya que es casi el lecho mismo de la laguna natural. Algunas familias, desoyendo nuestras indicaciones, levantaron sus casillas y esa es la zona que tiene anegamientos”.

El mismo funcionario precisó que “la zona más antigua del barrio Ponce no estuvo ni está inundada”.

A la lluvia caída, que originó el desborde del espejo de agua, se sumó el aporte natural de líquidos desde barrios aledaños como Samela, Santa Rita, Lomas, Parque Cadenas, San Ignacio, entre otros. Otros barrios en los cuáles se dispusieron cuadrillas especiales fueron Altagracia y San Roque.