Fue en Baradero. Quería que le aprobaran una ampliación de su supermercado y quedó imputado por cohecho.

No era la primera vez que el comerciante chino de 55 años se acercaba a la Municipalidad de Baradero y golpeaba a su puerta. Lo que el hombre quería era conseguir un permiso especial para poder construir sobre el terreno de su propiedad y realizar así una ampliación de su supermercado.

La jefa comunal, Fernanda Carolina Antonijevic, trató de explicarle nuevamente por qué no podía otorgar la excepción, pero la dificultad para entenderse no ayudaba y no se pusieron de acuerdo. Fue entonces cuando el hombre le regaló la pava eléctrica. Ella se negó primero, pero ante su insistencia y creyendo que se trataba de una atención por el Día de la Mujer, aceptó.

Dejó la caja sobre el escritorio y se fue pero cuando la funcionaria abrió el paquete descrubrió con sorpresa que no había sólo un electrodoméstico adentro. Se encontró con varios fajos de dinero prolijamente acomodados alrededor de la pava. Eran 100 mil pesos. Antonijevic mandó a buscar al comerciante sin suerte y llamó a la policía.

El fiscal Hernán Granda lo imputó por cohecho, una infracción por la que podría recibir una pena de 1 a 6 años de prisión. “Han pasado cosas insólitas, como que un empleado entre en el medio de una reunión con una yarará de dos metros, pero nunca un cuento chino como éste”, afirmó la intendenta.

Fuente: TN