Las causas tienen mencionados a la mayoría de los detenidos en la «Operación Sapukay», acusados de integrar una asociación ilícita conformada por tres grupos narcos de Itatí que se repartían el tráfico de unas 15 toneladas semanales de marihuana paraguaya.

Fuentes judiciales informaron a Télam que el juez federal porteño Sergio Torres, con el acompañamiento de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), a cargo de Diego Iglesias, pedirá en las próximas horas a la Justicia federal correntina que le remita los mencionados expedientes para unificarlos con el que instruye él.

Según las fuentes, la mayoría de estas causas penales están en manos del juez federal 1 de Corrientes, Carlos Soto Dávila, quien las instruye por separado desde 2014.

Por ello, el 17 de noviembre del año pasado, la Procunar le envió un escrito al magistrado correntino en el que formalizó su pedido de unificación de esas causas ya que, a criterio de los fiscales federales de esa provincia, resultaba «imprescindible y urgente para el desbaratamiento de la estructura criminal transnacional».

Como Soto Dávila no respondió al pedido, la Procunar requirió el 5 de diciembre último un «pronto despacho», pero tampoco obtuvo un pronunciamiento favorable de parte del juez.

Finalmente, el 28 de diciembre, la Procunar interpuso un recurso de queja «por retardo de Justicia», que motivó la intervención de la Cámara Federal de Apelaciones de Corrientes.

Las fuentes señalaron que esos pedidos de la Procunar agilizaron otros expedientes que se tramitaban en Corrientes, en uno de los cuales están detenidos desde el mes pasado Mariela Terán, la hija del intendente de Itatí; y Hernán Adolfo Aquino, hermano del vice intendente.

En forma paralela, el juez Torres investigaba a una banda narco que actuaba en la villa Zavaleta, en el barrio porteño de Barracas, y comercializaba marihuana cuyos proveedores eran tres grupos distintos que operaban en la zona de Itatí.

Según los pesquisas, una de esas bandas se llama «Los Gordos» y está liderada por el prófugo Luis «Lucho» o «Gordo» Saucedo; otra, «La Morenita», está comandada por otro prófugo, Federico «Morenita» Marín; mientras que la tercera tenía como jefe a Carlos Alberto «Cachi» Barreiro, quien está preso en el penal federal de Resistencia, desde donde se sospecha continuaba conduciéndola.

«Lo que logramos establecer es que estas tres bandas conforman una única organización criminal que funciona en Itatí y que está integrada por funcionarios policiales locales, de la Policía Federal, funcionarios políticos y posiblemente empleados judiciales», dijo a Télam un investigador judicial.

Según los datos con los que cuenta el juez Torres, la banda «Los Gordos» abastecía la marihuana que luego comercializan «Los Monos» en Rosario.

«No sólo Saucedo tenía contacto con ‘Los Monos’, sino que Marín también. Por eso consideramos que estas bandas no se disputaban territorio, sino que se complementaba una con otra», explicó el pesquisa consultado.

En ese expediente judicial, un testigo declaró bajo reserva de su identidad que las bandas traficaban «quince mil kilos» de marihuana por semana y que «tienen arreglado todo con gente de Prefectura, Gendarmería y Policía Federal» y «también con la Policía del lugar».

Este testigo dijo que los narcos cargan la droga «a cien metros de la Prefectura» y que en el caso de «La Morenita», este grupo provee a bandas de «Tucumán y de Santiago del Estero».

Sobre el origen de la droga, el testigo refirió que en Paraguay la manejan «los hermanos Hugo y Ariel Arce» que la traen del «norte» de su país hasta la ciudad de «Ayola» y desde allí la distribuyen «todo por agua» a «Itatí, Yahapé, Paso de la Patria y la ciudad de Corrientes».

Respecto a «Los Gordos», este testimonio reservado refirió que, al igual que «La Morenita», le compra a los hermanos paraguayos y que luego «cargan las camionetas, seiscientos kilos en cada camioneta, pasan ahí por la costa, pasan enfrente de todos y nadie dice nada».

El testigo también dijo que las lanchas en las que se transporta la droga «son argentinas» y que si bien «hay muchísimas islas» frente a Itatí, «siempre descargan en la ‘ISLA 44’ y de ahí distribuyen», guardando la mercadería «en el fondo de casas particulares que tienen monte».

«Cuando la guardan en una casa, le tiran una moneda a la gente y le hacen guardar ahí. De ahí empiezan a sacar para cargar los camiones, no venden ahí, se van para Rosario, Santa Fe, Tucumán, y Santiago del Estero», describió el testigo, quien también aportó los roles y «funciones» de los integrantes de los tres grupos narcos mencionados.

Fuente: Telam