Ya no está intacto el enorme mural que Milo Lockett y otros artistas menos conocidos pintaron en las paredes del viaducto de la avenida Sarmiento, por el que pasa parte de la Autovía 16.

La obra, que costó unos 700 mil pesos a la Municipalidad de Resistencia, se realizó en poco más de un mes y fue inaugurada el 4 de marzo de este 2016. Ni tres meses pasaron y la mega obra del artista chaqueño más famoso ya fue «intervenida».

Los vivos de siempre, con tiempo de sobra, decidieron agregar un pene a una de las tantas figuras típicamente lockettianas que se despliegan a lo largo del mural. Se tomaron su tiempo, impunes, sin que nadie repare en ellos, ya que por lo que se ve la figura fálica agregada con pintura blanca en un marco negro fue hecha con cierta prolijidad y cuidado; lo hicieron con dedicación, por decirlo de alguna manera. Hasta tiene la firma del autor, justo al final…y cerca de la del propio Milo.

 

El pene que sin sutilezas agregaron a la obra de Milo se ve ahora en el lado oeste del viaducto. Alguien seguramente invertirá dinero y tiempo en removerlo, aunque quién sabe.

Será cuestión de gustos y acuerdos definir si el mural de Milo y sus colegas anónimos es «lindo» o «feo», adjetivos más aplicables a la decoración de una casa que a una obra de arte, pero así es como hablamos. Lo cierto es que el pene invasor no es parte de la obra de arte y queda horrible. ¿Vos qué opinás?

Resistencia quiere ser la capital nacional de los murales, de acuerdo a declaraciones del intentende Jorge Capitanich. A la ciudad ya no le alcanza con las esculturas destruidas, ahora se vienen unos 15 murales más para embellecer las calles. Si nadie los va a cuidar, y los vivos de siempre van a seguir haciendo lo que les venga en gana, el show va a durar muy pero muy poco.