Con goles de Martínez, Alario y Driussi, el «Millonario» se quedó con el triunfo ante el «Xeneize», que descontó gracias a Gago.

Boca Juniors y River Plate protagonizaron un emocionante partido que podía, de acuerdo al resultado, modificar casi por completo el panorama general en la recta final del torneo en la pelea por el título, más allá de que el «xeneize» no veía peligrar su liderato. Finalmente, el «Millonario» se quedó con el partido.

Fue temprano, a los 14 minutos, que través de un centro de Moreira y una tremenda volea del Pity Martínez River puso el 1-0.
A los 24 minutos Alario puso el 2-0 ante Boca en la Bombonera.

En el tiempo de descuento de la primera mitad y a través de un tiro libre, Boca descontó: Batalla estaba adelantado y Gago no lo perdonó. Así, el cinco Xeneize le dio vida a su equipo y puso el 2-1 ante River.

Pero no fue hasta el cierre del segundo tiempo, después de un ida y vuelta para el infarto, que Driussi le puso cifras definitivas al encuentro.

De esta forma, Boca mantiene el liderazgo del campeonato pero con alfileres porque San Lorenzo lo escolta a tres puntos y River se acercó a cuatro con un partido pendiente.
El análisis del partido

River obtuvo una clara victoria por 3 a 1 en su visita a Boca, le asestó un golpe de dureza máxima a su rival de siempre y abrió el abanico de posibilidades en la recta final del campeonato.

A seis fechas de la meta, Boca sigue puntero pero el que está ahora segundo a tres puntos en San Lorenzo de Almagro mientras que River, con un partido pendiente, se ubicó a cuatro unidades e hizo crecer sus posibilidades.

El clásico se peleó y se discutió mucho pero el fútbol, cuando apareció, lo puso River, que concretó un resultado indiscutible con goles de Gonzalo Martínez y Lucas Alario en el primer tiempo y de Sebastián Driussi sobre el final (Fernando Gago había descontado sobre el cierre de la etapa inicial).

Martínez, hasta salir lesionado, fue la individualidad más destacada pero otros puntos altos en el vencedor fueron Leonardo Ponzio, cuya presencia en el medio fue determinante, Alario, aunque decayó en la segunda mitad hasta ser reemplazado y Lucas Martínez Quarta, autor de dos cierres clave en situaciones extremas.

Boca pareció quedar sin brújula al perder tempranamente por lesión a Ricardo Centurión, no contó desde entonces con alguien capaz de imponer cambio de ritmo y desequilibrio en los últimos metros de cancha.

River abrió el marcador en el minuto 14: centro largo de Driussi desde la derecha que cayo a espaldas de Gino Peruzzi y por allí apareció Martínez para definir de primera, con un latigazo de zurda, desde posición difícil, que se hizo inatajable para Agustín Rossi.

Aumentó el visitante diez minutos después en otra jugada con participación de Martínez, que fue el que aprovechó la mala salida del fondo rival y habilitó a Alario para que concretara.

Las dos acciones se produjeron por la zona que el equipo de Marcelo Gallardo había elegido para atacar, con Martínez bien abierto sobre la izquierda.

El juego, por entonces, era todo de River, que esperaba para salir con velocidad, estaba listo para capitalizar los visibles errores de Boca en función defensiva y no sufría sobresaltos porque el adversario no tenía con qué lastimarlo.

Sin embargo, en la última acción del primer tiempo, Gago ejecutó un tiro libre desde la izquierda, su pelotazo se cerró, calculó muy mal el arquero Augusto Batalla y Boca se puso a tiro.

Las dos primeras buenas oportunidades con que contó el puntero tras la reanudación fueron derivaciones de fallas en la salida de River: en la primera, Darío Benedetto eludió bien la salida de Batalla pero cuando quiso definir, desde la izquierda, apareció Martínez Quarta para salvar.

En la segunda, Cristian Pavón recibió por detrás de los zagueros pero de espaldas, se abrió mucho y la jugada se diluyó.

La primera elaboración ofensiva bien concebida por Boca en el partido tuvo lugar en el minuto 29 del complemento: se juntaron sobre la derecha Peruzzi y Wilmar Barrios (su tardío ingreso mejoró la circulación) y el centro del marcador lateral lo cabeceó Benedetto pero por encima del travesaño.

Los últimos minutos fueron electrizantes porque a los 44 Boca estuvo a tiro de empate pero se reivindicó Batalla al salvar por dos veces en la misma jugada, la segunda en forma casi milagrosa pero Peruzzi, con todo el arco, remató a donde estaba el arquero.

En la siguiente, ya con el tiempo regular cumplido, se equivocó Gago, todo Boca estaba desarmado y Driussi, por el medio, puso el 3-1 para el equipo que dio la talla en un partido trascendente.
Cómo venían ambos equipos de cara a este cruce

Sucede que el «xeneize» llegó líder con 49 puntos, mientras que River suma 42, con un partido menos, cuando restan siete fechas para que concluya el certamen.

Si Boca ganaba se habría «cortado» solo en busca de título, dado que alcanzará 45 puntos y habrá reforzado sus aspiraciones al título.

Un empate también hubiese favorecido -al menos en las matemátícas- a Boca, dado que habría dejado fuera de carrera a River, y eso hubiese permitido tener la ventaja con sus inmediatos perseguidores, aunque Newell’s podría recortar algún punto si gana.
Pero como River dio el «batacazo» y se quedó con el triunfo, el torneo ganó en emotividad, porque el «millonario» se acercó a tres puntos, con un partido por jugar, y permitió que todos los seguidores de Boca quedaran más parejos.