Se desaconseja hacerlo de forma independiente porque conlleva varios riesgos para la salud.

En los últimos tiempos los tatuajes gozan de una gran popularidad entre toda la población. Es una “moda” que no distingue clases, género u ocupación y sobre la cual algunos dermatólogos llevan años mostrando reticencias, sobre todo con las nuevas tendencias como el “total black” o “blackout”.

Recientemente se instauró una nueva costumbre entorno a los tatuajes: hacerlos de forma casera. Tanto en blogs como en redes sociales como Youtube, proliferan los instructivos para realizarlos en el hogar. Sin embargo, muchos no advierten de los riesgos que se corren.

El dermatólogo Eduardo de Carli en diálogo con CONBIENESTAR explicó: “El riesgo más importante al hacer tatuajes caseros es la infección. A veces quienes los realizan manipulan mal los elementos que utilizan, no trabajan con material estéril ni con guantes, trabajan con tintas de mala calidad y ahí vienen los problemas”.

El experto señaló que pueden producirse infecciones bacterianas y micóticas (por hongos). Las bacterias más comunes son:

Estafilococo: Pueden parecerse a las espinillas o forúnculos y suelen aparecer en color rojo, inflamados y dolorosos, y a veces tener pus u otras supuraciones. Pueden evolucionar a impétigo, que se convierte en una costra en la piel, o celulitis, una zona enrojecida e inflamada de la piel que se siente caliente al tacto. Se tratan con antibióticos o drenando la infección.

Estreptococo: Suelen materializarse en impétigo, celulitis y fascitis necrotizante. Para tratar las infecciones por este tipo de bacteria se utilizan antibióticos. Otra menos frecuente pero que cabe la posibilidad de desarrollar es la micobacteria atípica, que requieren tratamientos más específicos.

Asimismo, en el caso de reutilizar el material en diferentes personas se pueden contraer enfermedades de transmisión sanguínea, como la hepatitis o el HIV.

“Hacerse tatuajes en casa está para mí totalmente desaconsejado. Es un riesgo enorme hacer eso, un riesgo que no tiene sentido correr. Ser tatuador es un oficio, se aprende, se estudia, no lo puede hacer cualquiera. A mí ya de por sí el tatuarse no me parece bien porque, por ejemplo, los que se tatúan un brazo entero que es como una manga el día de mañana vas a tener que encontrar una vena en ese paciente y es muy difícil, y si es una emergencia peor”, concluyó.