Aprovechó la modalidad libre que tiene la Universidad de La Plata para rendir las materias; a futuro, quiere ser juez de la Corte Suprema.

El miércoles 6 de julio, Joaquin Badoza rindió Finanzas, aprobó, y, al salir de la facultad de derecho de La Plata, familiares y amigos le arrojaron pintura, huevo, harina y hasta lo metieron adentro de una fuente. Como otra decena de estudiantes, se había recibido de abogado. La única diferencia, es que se egresaba con 20 años, habiendo concluido la universidad en apenas dos años y medio.

En el colegio San Luis de La Plata, Joaquin Badoza no era el abanderado, y tenía malas notas de concepto por su conducta. Se define como el «anti-estudiante», porque no le gusta el café ni quedarse despierto estudiando a la noche. Hoy, con 20 años, tiene el título de derecho en sus manos, planea estudiar para Contador, realizar una maestría relacionada al derecho público y llegar a ser juez de la Corte Suprema.

34 materias en 2 años y medio

En diálogo con LA NACION, el joven cuenta las tres claves para poder hacer la carrera tan rápido y recibirse con promedio de 7.50.

«Es un caos cursar en la facultad. Tenés que anotarte, salir sorteado y, si tuviste suerte de poder inscribirte, tenés que ver si podés ir a las materias, porque no tienen horario fijo, por lo que es imposible asistir si trabajás», cuenta.

Por esta razón, decidió dar la mayoría de las materias con la modalidad libre, es decir, sin realizar la cursada del cuatrimestre o del semestre, sino estudiando la materia en su casa y presentándose a rendir un solo examen final en forma oral.

«Con la modalidad libre, me organizaba mis horarios y adelantaba más materias. La gente no se suele inscribir así porque es más difícil, tenés que estudiar la materia completa, no sabés qué tema te va a tomar el profesor y hay personas que le tienen pánico a los exámenes que son orales», explica.

«Si uno realiza toda la carrera en forma presencial, tarda más de cinco años por los sorteos, ya que hay cuatrimestres en los que no se te asigna ninguna materia, y también vas perdiendo las correlativas, lo que hace que te retrases», cuenta el joven.

Otra de las claves fue tener amigos y conocidos que estén más avanzados en la facultad. De esta forma, pedía consejos en cuanto al orden de las materias, la bibliografía, las cátedras y el enfoque de los profesores, para saber cómo prepararse en los exámenes.

Por último, el tiempo libre le permitió meterse de lleno en el estudio. En el único momento de la carrera en el que trabajó fue en el segundo cuatrimestre del segundo año, en el que realizó una pasantía de 4 horas por día en el Senado de buenos Aires. Esto le permitió tener el tiempo necesario para dedicarle a las lecturas y resúmenes. Y, al mismo tiempo, no dejar de lado los amigos y la familia.

«Soy un estudiante normal. En época de parciales no salía a bailar a la noche, como cualquier persona que prioriza prepararse. Hubieron semanas complicadas, alguna noche me he quedado horas y horas estudiando, pero nunca me alejé de mis amigos», cuenta.

La pasión por la vocación, clave a la hora de formarse

En el último año de colegio, Joaquin Badoza no lo dudó. Sabía que quería estudiar derecho desde hacía años. Cuando se peleaban sus compañeros siempre se ponía en el rol de mediador. O, si le decían algo que le parecía injusto, no se quedaba callado.

«El miércoles pasado cuando me recibí me puse a pensar en los años de la carrera universitaria. Me di cuenta que siempre la hice a un ritmo en el que yo me sentía bien. No era un fanático, pero las materias me gustaban y el derecho me apasionaba, entonces no me molestaba estudiar», reflexiona.

Leer, memorizar, pero sobre todo entender fue lo que lo ayudó a aprender a tejer relaciones entre los temas y las materias para poder avanzar y rendir muchos exámenes a la vez.

Ya recibido, Joaquin quiere especializarse en derecho penal y administrativo, y en todos los ámbitos relacionados al derecho público. Primero quiere ejercer la profesión en forma libre y en el futuro llegar a ser juez de la Corte Suprema. Pero no sin antes pasar por más facultades. Quiere estudiar Contabilidad en la Universidad de Ciencias Económicas de La Plata o hacer una maestría, aunque asegura que son «un tanto costosas».

Mientras que piensa cómo va a seguir su trayectoria académica y profesional, va a aprovechar para terminar The Good Wife, una serie de televisión estadounidense sobre abogados. Conoce las claves para seguir formándose. Pasión por el tema de estudio, aprovechar las oportunidades, tener el apoyo de los seres queridos, ser organizado y, sobre todo, dedicarse y esforzarse.

Fuente: La Nación